Maltrato animal | Hallan apaleados a tres gatos en las colonias felinas de Pinseque

La Policía Local ya investiga la muerte de los animales torturados a finales de enero

Uno de los gatos que apareció muerto en las colonias felinas de Pinseque.

Uno de los gatos que apareció muerto en las colonias felinas de Pinseque. / SERVICIO ESPECIAL

Pinseque (Zaragoza) cuenta con un proyecto conocido como CER (Captura, Esterilización y Retorno) con el que un grupo de voluntarios controla a 400 gatos entre las 32 colonias felinas diseminadas en su término municipal. Desde su puesta en marcha en 2019 se ha logrado esterilizar a 325 animales, aunque el trabajo altruista de varios vecinos del pueblo parece que no le ha sentado bien a algún paisano, «un auténtico monstruo» como ellos mismos definen al desalmado que, a finales del pasado mes de enero, mató a tres gatos a los que apaleó e incluso arrojó a una acequia. Así lo denunciaron desde Proyecto CER en sus redes sociales después de que se diera traslado de todo ello a la Policía Local, que ya investiga los hechos para dar con el autor de unos hechos constitutivos de un delito de maltrato animal.

Preguntado por este diario, el alcalde de Pinseque, José Ignacio Andrés (PSOE), lamentó profundamente lo sucedido y expresó su repulsa por la forma de boicotear el trabajo de los voluntarios, gente «muy apasionada» y «muy responsable» con la causa. «Conviene ser prudentes y esperamos llega al causante. Es algo excepcional. No está extendido en las colonias felinas de la localidad. Los voluntarios hacen una encomiable labor en beneficio de los animales y de la salubridad de las zonas», dijo el regidor.

En sus redes sociales, miembros del Proyecto CER reivindicaron su labor «discreta» de la que destacan el apoyo mayoritario del municipio para cuidar a los animales. «Ese bebé magullado sin piedad y ese pobre gato gris que tiene el cuerpo del revés, con la columna partida a golpes, no es fruto de una persona a la que no le gustan los gatos ni apoya el proyecto, es el resultado de un auténtico monstruo y da miedo», denunciaron los miembros del Proyecto CER. «Aprovechar el hambre de un animal callejero para acabar atrapándolo y moliéndolo a palos es probablemente uno de los hechos más sádicos , inhumanos, espeluznantes y asquerosos que puede haber. No hay defensa para ser tan malísima persona como para torturar a un ser vivo hasta la muerte y seguir tu camino como si nada. Es desolador», añadieron.

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