Gran parte de la zona del Maestrazgo turolense donde la empresa Forestalia pretende implantar un macroproyecto de renovables, que engloba 22 parques eólicos y 161 aerogeneradores, es de «máximo riesgo (no recomendado)» para la instalación de esta energía «por el valor del índice de sensibilidad ambiental». Así lo recoge el informe, avanzado por el Diario de Teruel y al que ha tenido acceso este diario, que la Dirección General de Medio Natural y Gestión Ambiental del Gobierno de Aragón ha elaborado y enviado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) dentro del proceso de tramitación de la autorización administrativa previa y de la declaración de impacto ambiental del plan.

La iniciativa, denominada Clúster Maestrazgo y que abarca los términos de diez municipios de la comarca y de Gúdar-Javalambre, está levantado polvareda y ha generado posiciones encontradas en el territorio, entre quienes la ven como una oportunidad para su desarrollo y los que la rechazan por las afecciones al medio ambiente y al paisaje, así como por el impacto negativo sobre su creciente turismo rural. Lo cierto es que nunca antes en Aragón las inversiones renovables habían generado tal grado de contestación social como el que tienen ahora, con numerosas las acciones de protestas contra estos proyectos y otros.

El mencionado documento forma parte del paquete de informes que el departamento de que lidera la ministra Teresa Ribera debe recabar entre los agentes implicados para conceder las pertinentes permisos. El remitido por esta dirección general de la DGA, que dirige Diego Bayona, de Podemo, desaconseja que se otorgue la autorización por ubicarse en una zona que el propio ministerio define como sensible para las renovables por presentar «muchos condicionantes ambientales». 

«Existe un elevado riesgo de afectar de manera negativa y muy significativa a componentes de la biodiversidad y de otros elementos ambientales relevantes», señala el informe. En el mismo se considera que el área donde se ubicarán los parques eólicos se corresponde con una zona «relevante para la supervivencia de determinadas especies de fauna», incluidas en el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón, entre ellas las rapaces necrófagas que mantienen una comunidad con importantes efectivos en los términos municipales afectados. En concreto, se conocen al menos 150 parejas de buitre leonado y cinco de alimoche. También se destaca la existencia del águila calzada, la culebrera europea y la «cada vez más frecuente presencia» del quebrantahuesos.

«Potenciales riesgos»

Los técnicos concluyen que la implantación de estas infraestructuras «aumentará significativamente los potenciales riesgos de colisión y muerte de ejemplares», además de suponer una pérdida de áreas de alimentación y nidificación. En este sentido, recuerdan que en los 17 parques eólicos que se identifican en el Maestrazgo castellonense se ha podido acreditar la muerte desde el 2018 de 1.347 ejemplares de cerca de 100 especies de fauna. El 67% (más 900) corresponden a rapaces, la mayoría de ellas , buitres leonados (825).

Los parques eólicos, añaden, supondrán «un sumidero» para la avifauna, además de «generar un efecto barrera que impedirá la adecuada conectividad, indispensable entre espacios de la Red Natura 2000», zonas protegidas en el catálogo ambiental español. Por todo ello, consideran que los aerogeneradores son un «riesgo que no es asumible para una especie en peligro de extinción» como es el caso del quebrantahuesos, lo que entraría en contradicción del programa de recuperación de este ave impulsado por los gobiernos de Aragón, Valencia y Cataluña. 

La dirección que ha emitido el documento forma parte del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente que dirige el consejero socialista Joaquín Olona, a cuyo responsable (Diego Bayona, de Podemos) cabe recordar que desautorizó hace meses por su rechazo a la caza del lobo. No obstante, fuentes del Gobierno de Aragón señalaron que en este caso se trata de un informe «puramente técnico» y «preceptivo» y rechazaron por ello cualquier controversia de índole política. H

proceso de tramitación de las inversiones.

Respuesta de Forestalia

Por su parte, desde Forestalia expresaron su «respecto» al informe de la dirección de Medio Natural de la DGA que es crítico con el macroproyecto eólico de la empresa en el Maestrazgo, cuyo contenido prefirieron no valorar al no conocerlo. Este mismo respeto lo hicieron extensivo a la protesta del pasado domingo de Teruel Existe. «Respetamos absolutamente todas las sensibilidades y opiniones», apuntaron. Y recordaron que la viabilidad de cualquier proyecto «está sujeta, entre otras muchas cuestiones», a la autorización ambiental y administrativa, así como «a la conformidad de los municipios», algo que Forestalia dice hacer «siempre», al igual que «viene consensuando con el territorio desde hace años».

Según explicaron desde la empresa aragonesa, las energías renovables «tienen la enorme ventaja de que no son un recurso extractivo, sino que son inagotables y, por tanto, una fuente ilimitada de recursos e ingresos, que se convierten en empleo y oportunidades de futuro, fijación de población y vertebración para el territorio». Y aseguraron que Forestalia es «especialmente sensible y muy respetuosa con el medio rural, tanto con el paisaje, con el medio ambiente, como con quienes viven en sus municipios». «Respeto y diálogo han sido y van a ser siempre —añadieron— la carta de presentación» del grupo.

La compañía recordó que el desarrollo de los 3 gigavatios en tramitación previstos para la provincia de Teruel puede generar en torno a 12.000 empleos en la fase de construcción de los parques fotovoltaicos y eólicos, y casi 5.000 de manera estable en la explotación durante las próximas tres décadas.