La nevera de Cantavieja ha sido declarada como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de monumento por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón.

Esta denominación responde a la demanda del Ayuntamiento de Cantavieja que lleva trabajando durante mucho tiempo para que la nevera de la localidad recibiera el valor histórico que merece. «El ayuntamiento ya arregló el acceso y lo señalizó hace unos años», indicó el alcalde de la localidad, Ricardo Altabás. Ahora, con la catalogación de BIC, se va a continuar poniendo en valor este monumento «tan poco conocido del municipio».

Con esta nueva catalogación, se espera que la nevera de Cantavieja reciba más visitantes y pueda constituirse como un atractivo turístico más de los muchos que se encuentran en el municipio turolense.

El nevero de Cantavieja data de la época medieval y era un pozo construido en el subsuelo rodeado de piedra en donde se guardaba la nieve del invierno para tener para el verano o para conservar alimentos. Una característica peculiar de esta nevera es que no tenía un uso para alimentos sino de comercio. En ella se almacenaba la nieve caída en los alrededores, disponiendo en pequeños bloques –realizados con capas sucesivas de hielo madera y paja– para poder ser transportados para su comercio. Su uso se alargó hasta comienzo del siglo XX. En estos momentos se han colocado unas escaleras para poder acceder a su interior con el fin de que sea visitable para el público. Dentro hay unos paneles explicativos en los que se recoge la historia.

Además, no ha sido el único monumento de relevancia histórica del Maestrazgo en ser catalogado como BIC, sino que también han conseguido esta denominación el pozo de hielo de Mirambel y la nevera de La Cuba.