La situación sanitaria mejora por momentos, aunque ahora se estén dando repuntes. ¿Cómo se ha vivido la pandemia en el municipio?

En Calatorao, el principio de la pandemia estuvo bien, pero a partir de agosto del año pasado la situación empezó a ser ya bastante preocupante porque han sido casos muy continuos. Una hoja de sierra que bajaba y subía y que ha permanecido así hasta abril y mayo, cuando también tuvimos un pico. Llevábamos un mes en el que no teníamos ningún caso pero el viernes registramos dos. La pandemia nos ha afectado mucho.

En mayo la comarca del Valdejalón quedó confinada perimetralmente y Calatorao, como uno de los principales municipios, registró una de las cifras más altas de contagios.

Teníamos unos datos muy altos. Ya digo que han sido subidas y bajadas muy continuas, con casos desde agosto. Ha sido difícil de manejar. En mayo teníamos niveles muy altos y en los pueblos estábamos muy mal. Recuerdo que en Calatorao la incidencia acumulada llegó a estar por encima de los 1.000 casos.

Parece que los jóvenes son ahora el colectivo más afectado. El año pasado se tomaron medidas para tratar de frenar los contagios, como el cierre de las peñas. ¿Se plantean medidas similares a día de hoy?

Las peñas siguen cerradas, en teoría. Porque los jóvenes se tienen que meter en algún sitio… Estamos comentando a ver si la vacunación llega al mayor número de personas porque es lo que provocará que volvamos a la normalidad. Pero llega el verano, la gente joven no ha salido y es normal que tengan ganas de disfrutar. Aunque son situaciones peligrosas porque no se controlan. Todo lo que sea masificación es imposible de controlar, y ahí las administraciones tenemos que jugar nuestro papel.

La enseñanza ha sido uno de los grandes debates este año. ¿Cómo ha ido el curso escolar? ¿Ha habido problemas?

Soy de los que reconocía en el mes de septiembre de que íbamos a durar poco con el colegio abierto, pero ha sido una maravilla. Se ha confinado alguna clase durante el curso pero muy poco. En mi caso tengo dos niños y en su clase no han tenido que cerrar las aulas. Los colegios lo han tenido todo organizado, los chicos estaban mentalizados del uso de la mascarilla y la directora también me ha dicho que ha funcionado todo muy bien.

Las fiestas patronales se celebran en agosto. ¿Han preparado algún acto?

Las fiestas son el 24 de agosto, aunque hemos ido preparando actos el fin de semana. Para agosto en principio no tenemos más que una colección de fuegos artificiales, y algún acto suelto. Pero que sea todo controlable, que la gente pueda estar sentada y que no se masifique. Tenemos otras en septiembre y en teoría se podrían hacer si no dicen nada, pero viendo cómo están las cosas no sé, hay mucha incertidumbre y no estamos preparando nada. Las fiestas tal y como las conocemos son inviables. No descartamos nada pero por ahora es incompatible.

La empresa Levitec va a instalar un parque solar en la localidad, de 100 hectáreas, 50 megavatios de potencia y unos 40 millones de euros de inversión. Las obras se prolongarán durante 15 meses y generarán más de 150 empleos especializados. ¿Qué supone esta inversión para el municipio?

Es una inversión de 40 millones que creará puestos de trabajo durante el montaje y la instalación, y el ayuntamiento generará 120.000 euros anuales con los impuestos. Eso supone una inyección de dinero que podremos aplicar al presupuesto y con esa cantidad podremos realizar inversiones y mejorar los servicios. Para un presupuesto como el nuestro, es una cantidad muy importante.

¿Hay algún tipo de acuerdo entre ayuntamiento y empresa para conseguir que el empleo que genere sea local?

Se han comprometido a decirnos cuando necesiten gente para poder publicitarlo y ofrecerlo entre la población. Cuando avance el proceso de instalación harán lo mismo y enviaremos alguna oferta para el mantenimiento.

Está habiendo mucha controversia con este tipo de instalaciones en Aragón. Entre los vecinos, ¿hay un tono optimista o hay detractores?

En todos sitios hay quejas. El parque tiene muy buena aceptación porque se instala en la zona del monte de Calatorao, que es de secano. No es zona de regadío y se encuentra cerca del polígono industrial de 200 hectáreas. Las líneas de evacuación de la electricidad tienen que pasar por algún sitio y habrá algunos afectados, pero es más eso que gente que se encuentre en contra por su impacto natural. El parque es de muchos propietarios que tienen muchas parcelas.

Una de las actividades económicas más importantes del municipio es la frutícola, pero las últimas tormentas causaron muchos daños en los frutales del municipio. ¿Cómo se ha visto afectado? ¿Cuál ha sido el sentir de los agricultores?

Aún están con evaluaciones según la cosecha. Ahora están con los melocotones, y van viendo los daños que han producido. La gente que tenga seguro, a ver si les van respetando y salen las cuentas de los daños producidos. Pero hay preocupación porque fue una granizada muy fuerte que cogió mucha dimensión, desde Ricla hasta Muel.

Adient es una de las fuerzas económicas más importantes de la localidad. Amenazó con irse, pero finalmente la empresa decidió mantener la planta calatorense. ¿Cómo fue ese proceso?

Cogió todo por sorpresa, no lo esperábamos porque habían hecho una inversión en la nave y por Filomena, que se les hundieron las naves, las volvieron a reconstruir. De hecho aún estaban con la reforma en el momento en que anunciaron que se iban. Y los trabajadores, viendo que las conversaciones sobre el mantenimiento del trabajo no convencían, fueron a la huelga y consiguieron parar el traslado.

El papel del ayuntamiento fue fundamental… Hasta propusisteis reducir el pago de impuestos a la empresa porque se asienta en suelo público…

Dentro de nuestras posibilidades hicimos lo que pudimos, pero lo que evitó que la empresa se fuera fueron los trabajadores. Nosotros nos vimos en la necesidad de plantear reducir los costes y evitar que se trasladara la empresa. Las propuestas las están estudiando y a ver qué nos dicen. El compromiso que pedimos era de que la empresa se mantuviera 5 años en Calatorao.

También hubo un conflicto laboral en Zufrisa (Nufri), que terminó con indemnizaciones por despidos improcedentes. ¿Cómo se vivió aquel problema? Porque se trata de una empresa fundamental...

También nos cogió de sorpresa, pero la empresa lo tenía decidido. Es privada y quería trasladarlo todo. Llevaba muchísimos años en Calatorao, se fue a la cooperativa, se transformó en empresa privada, y llevaba ya unos 40 años aquí. Hubo procesos en los que la DGA tuvo que asumir pagos para que la empresa no se fuera, pero cuando la compró Nufri su intención era la de desmantelar la empresa. Todos los tanques de acero inoxidable, en los que se almacena una gran capacidad de concentrados de zumo, se los están llevando en estos momentos. El futuro de Zufrisa parece que está lejos de Calatorao.

Sobre el polígono industrial, ¿Cuánta superficie hay ocupada?

El municipal lo tiene prácticamente todo ocupado Adient.

¿Habéis recibido ofertas de empresas que quieran instalarse en Calatorao?

Tenemos otro polígono en la A-2 que es de titularidad privada, de 200 hectáreas con escaparate a la autovía. Ese polígono está inscrito en el registro de la propiedad y ya solo queda el proyecto de urbanización, pero eso es más complicado. Es un polígono que está en una situación muy buena.