Agentes para la Protección de la Naturaleza (APNS) del Gobierno de Aragón, del Seprona y de la Guardia Civil desarrollaron ayer una acción conjunta de control e inspección de aprovechamiento micológico en el municipio zaragozano de Villalengua fruto de la cuál han requisado más de 160 kilos de níscalos o rebollones recolectados ilegalmente.

Asimismo, han interpuesto varias denuncias por incumplimiento de la normativa vigente, como exceder la cantidad de recolección permitida o no tener autorización pertinente para la recogida de setas en este acotado micológico, ha informado el Ejecutivo autonómico en una nota de prensa.

Las setas intervenidas en la actuación han sido depositadas en las dependencias de la entidad propietaria del terreno acotado de Villalengua.

La recolección y aprovechamiento de setas silvestres en terrenos forestales está regulada por el Decreto 179/2014, de 4 de noviembre, del Gobierno de Aragón, que establece los tipos de aprovechamiento y cantidades permitidas en cada uno de ellos, las zonas de setas reservadas y las de aprovechamiento regulado, así como las especies que pueden recolectarse, junto a las normas y prohibiciones para su recolección.

En aprovechamientos episódicos, fuera de zonas reguladas o reservadas, la cantidad máxima que puede recolectarse es de tres kilos por persona y día. En las zonas de aprovechamiento regulado --acotados--, como el de Villalengua, la cantidad oscila entre los 12 kilos por persona y día para aprovechamientos ordinarios --recreativos-- y los 60 en aprovechamientos comerciales. En los Espacios Naturales Protegidos, además, debe cumplirse la propia normativa del espacio.

Inspección y control

En las épocas de proliferación de setas, los Agentes para la Protección de la Naturaleza y Agentes del Seprona de la Guardia Civil intensifican las actuaciones de inspección y control de estos aprovechamientos con el objeto de que se cumpla la normativa.

Desde el Ejecutivo han indicado que las normas básicas para la recolección de setas son el uso obligatorio de recipientes aireados y la prohibición de alterar la capa vegetal superficial por lo que no pueden usarse rastrillos, ganchos, hoces y picos.

Tampoco se puede arrancar o destruir ejemplares, debiendo usar navajas, cuchillos o tijeras para cortar las setas, ni se pueden recoger en sus primeras fases de desarrollo o de ejemplares pasados, rotos o alterados. Además, está prohibido recolectar durante la noche.