El Consejo de Gobierno ha aprobado este miércoles la declaración de la sede del Ayuntamiento de Huesca como Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento. Para el Departamento de Educación, Cultura y Deporte, esta figura de protección es la que mejor se adapta a los valores de la sede del Ayuntamiento de Huesca como ejemplo de arquitectura civil aragonesa renacentista, que ha sufrido diversas reformas pero que conserva elementos muy singulares como dos alfarjes, el patio y escalera renacentistas, o el espacio barroco correspondiente al Colegio de Santiago.

El ayuntamiento oscense es un conjunto arquitectónico de gran relevancia histórico-artística cuyo origen se remonta a 1451, cuando se construyeron "las Casas de la Ciudad", sede del Concejo de la ciudad de Huesca. Desde el punto de vista histórico-artístico, presenta estructura de palacio civil renacentista aragonés, al gusto italianizante. Se trata de un edificio complejo por su propia evolución histórica, ya que se formó en una larga secuencia temporal entre los siglos XV y XXI, fruto de un sincretismo artístico y arquitectónico.

El núcleo original, la estructura y la fachada son renacentistas, correspondientes a los siglos XV al XVII, mientras que el barroco dejó su impronta en el siglo XVIII, especialmente en el Colegio de Santiago. Tras la Guerra Civil, en 1944, se acometió la reforma del edificio, con proyecto de Regiones Devastadas y entre 1993 y 2002, se amplió el conjunto con nuevas construcciones.

El edificio

El monumento consta de dos zonas diferenciadas, asemejadas en sus fachadas y comunicadas interiormente: las antiguas Casas de la Ciudad y el Colegio Mayor e Imperial de Santiago. Las antiguas Casas de la Ciudad, que datan del siglo XV, constituyen la zona más antigua: una construcción de planta rectangular y tres plantas de altura, con fachada a la Plaza de la Catedral y a la calle de Santiago, flanqueada por 2 torreones. En el interior del consistorio las dependencias se distribuyen alrededor del patio, cubierto por uno de los dos alfarjes del siglo XV obra del alarife zaragozano Zalema Xemar. Destaca el antiguo Salón de Plenos, utilizado como tal desde el siglo XVI hasta 2007, y cuyo techo fue pintado por León Abadías en 1872.

El patio comunica con los pisos superiores mediante la escalinata monumental renacentista con iconografía: en la planta noble se ubica el Salón de Justicia, una de las salas principales del edificio, presidido por el sitial de Justicia, que fue trasladado a esta estancia desde su ubicación original en el patio. En las paredes laterales alberga dos obras historicistas monumentales: el cuadro de 'La campana de Huesca' de Casado del Alisal, depósito del Museo del Prado, y la sarga de la Batalla de Alcoraz, obra inicial del pintor Martín Coronas Pueyo.

Otra de las antiguas dependencias es la cocina altoaragonesa, fruto de la reforma de Regiones Devastadas. Destacan también las antiguas dependencias de la Alcaldía: la Sala rosa, decorada con mobiliario isabelino, y el antiguo despacho del alcalde, cuyo suelo se cubre con alfombra de la Real Fábrica de Tapices, y está presidido por un excepcional armario-archivo renacentista de Juan de Berrueta.

Forma parte del núcleo del ayuntamiento el edificio anexo del antiguo Colegio Imperial y Mayor de Santiago, que fue uno de los colegios de la Universidad Sertoriana, fundado en 1534 y vigente hasta 1842. Arquitectónicamente es una edificación del siglo XVI, con fachada del siglo XVII, en destaca en ella la capilla barroca presidida por el retablo de Santiago Matamoros, coronado por escudo colegial. También su escalinata monumental, presidida por un escudo del emperador Carlos V y rematado por un águila bicéfala distinguida con la Orden del Toisón de Oro.

Las dependencias del Archivo Municipal, ubicadas en el Colegio de Santiago desde 1986, fueron objeto de sucesivas reformas para adecuarlas a las necesidades funcionales del mismo, manteniendo la estructura del siglo XVIII.

Protección de bienes muebles

La declaración como BIC del inmueble incluye también algunos bienes muebles seleccionados por su valor patrimonial, como la Tribuna, cadiera o sitial desde el que se impartía justicia, realizada en 1578 por Miguel Altué y la campana municipal 'Juana Paciencia', fundida en 1576, que permaneció instalada en la espadaña de la torre entre 1612-2009.

También el arca de insaculación de los Oficios de la ciudad de Huesca, de 1668, el armario-archivo consistorial renacentista, de Juan de Berrueta de 1592, el planero diseñado para guardar los planos de la ciudad de Huesca encargados a Dioniso Casañal en 1891 y la placa de piedra para imprimirlos, las juratorias de plata (1657) obra de Fermín Garro, con relieve de los evangelios sobre las que se juraban los cargos municipales, y la mesa de las águilas (1655), labrada por Cristóbal Pérez, de estilo renacentista tardío. EFE