Las localidades oscenses de Monzón, Barbastro, Binéfar y Berbegal abrieron este lunes la temporada de las romerías en el Lunes de Pascua. Los vecinos de las tres localidades recuperaron así la normalidad después de que fuera suspendida por la pandemia sanitaria en los dos últimos años.

La romería al monasterio del Pueyo partió al mediodía desde la plaza del Sol, donde se concentraron las autoridades, entre ellas los alcaldes de Barbastro y Berbegal, Fernando Torres y José Carlos Boned, así como los vecinos de ambos municipios. Algunos realizaron este trayecto en autobús, aprovechando el microbús fletado por el Ayuntamiento de Barbastro que realizó viajes durante toda la mañana.

Al llegar al monasterio, tuvo lugar el tradicional encuentro de las cruces de Barbastro, Berbegal y la de El Pueyo, antes de que los asistentes entraran en la iglesia. Tras la misa celebrada en el santuario, el Ayuntamiento de Barbastro ofreció un vino popular a todos los participantes. El buen tiempo animó a que los vecinos de ambas localidades se sumaran, un año más, a la romería y a lo largo de la jornada fueron muchos los barbastrenses que se acercaron hasta el Monasterio para visitar a la Virgen de El Pueyo. La romería de Lunes de Pascua es el colofón a una intensa Semana Santa en Barbastro, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, cuyos cofrades han vuelto a salir a la calle en el amplio programa de actos organizados y coordinados por la Junta Coordinadora de Cofradías de Semana Santa. Miles de barbastrenses y visitantes arroparon con su presencia en las calles las procesiones que, pese al contratiempo de la lluvia la noche del Jueves Santo, se desarrollaron con normalidad en un año en el que, además de la vuelta a la normalidad, se aumentó el patrimonio religioso de las cofradías barbastrenses, con dos nuevas tallas.

Montisonenses en la plaza de la Cruz durante la romería del Día de la Alegría. EP

También tuvo una gran acogida el conocido como Día de Alegría de Monzón. «Da gusto volver a ver nuestra ermita, con todos los montisonenses disfrutando de este día grande», señaló el alcalde, Isaac Claver, quien subrayó que el «es uno de los días más importantes del año y nuestra gente se merecía un día así para disfrutar con familia y con amigos después de estos dos años de pandemia». 

Por su parte, el concejal de Festejos, Javier Vilarrubí, se mostró “muy contento porque es el primer día festivo con normalidad absoluta”. “La gente va con muchas ganas de disfrutar con amigos, familiares y conocidos, tras mucho tiempo sin hacerlo”, afirmó. “Es la romería más importante de la provincia, con cientos de personas venerando a la Virgen”, enfatizóel edil.

“El desarrollo está siendo muy importante, con todo el Patronato trabajando, con el almuerzo, el camino del romero, con las jotas que hemos disfrutado”, dijo Vilarrubí quien agradecía también la presencia del obispo “que nos está acompañando a los monzoneros en este día tan importante para nosotros”. “Salimos ya de una situación muy complicada, con dos años en los que hemos trabajado en el departamento en circunstancias muy limitadas y con muchas ganas del Homenaje a Mont-Rodón y de San Mateo y que Monzón sea una ciudad que acoge eventos tan importantes como este”, afirmó Vilarrubí.

Desde las ocho de la mañana, el camino de la ermita fue un continuo ir y venir de personas, muchas de las cuales han hecho acopio de fuerzas en el punto de reparto de magdalenas, zumo y vino junto a las piscinas. Este año se estrenó una zona de aparcamiento en un terreno adquirido por el Ayuntamiento al pie del tozal donde se erige la ermita. A partir de este punto, el recorrido era obligatoriamente a pie o en vehículos especiales para las personas con problemas de movilidad. Para reponer fuerzas, en la plaza de la Cruz, al pie del templo, se repartió pan y longaniza. La fiesta ha contado con la participación del grupo folclórico Aires Monegrinos.

La misa de las 12 horas ha estado presidida por el obispo de la Diócesis de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez. Asistió parte de la Corporación Municipal, con el alcalde, Isaac Claver, a la cabeza.

Romeros de Binéfar. EP

Por otro lado, la romería a la sierra de San Quílez en Binéfar congregó este Lunes de Pascua a cientos de binefarenses. En la sierra, los romeros disfrutaron de un merecido almuerzo, así como de los juegos instalados en la explanada junto a la ermita de San Quílez, donde se celebró la misa.

La jornada festiva se completó con la tradicional subida al palo para hacerse con el jamón colgado en lo alto, concurso al que se presentaron varios jóvenes, y con un vermú compartido para todos los asistentes que contó con la colaboración de las peñas, del grupo Scout y Cruz Roja.