El Ayuntamiento de Mequinenza, a causa del deterioro progresivo de la calidad del agua en la potabilizadora del Polígono Industrial Riols, invertirá 275.000 euros para la construcción de una canalización. El proyecto generará más de 100 puestos de trabajo durante el año de ejecución de las obras.

La captación actual se sitúa en el tramo final del río Segre, en una zona con poca corriente y en la que ha crecido mucha vegetación en las últimas tres décadas. Dos cuestiones, ha dicho Antonio Sanjuán el alcalde de Mequinenza, “que son ajenas a nuestras competencias y de las que nadie se responsabiliza, por lo que estamos dispuestos a iniciar acciones legales para exigir esas responsabilidades”.

Un proyecto, el de la mejora del abastecimiento en el polígono, en el que se lleva trabajando prácticamente 10 años y que se ha ido retrasando por la “falta de implicación de las diferentes instituciones” para facilitar, al menos, parte de la financiación.

Finalmente, vistas las diferentes soluciones propuestas, se ha optado por la construcción de una tubería de unos cuatro kilómetros de longitud que unirá el núcleo urbano y el PIR por presión natural.

La otra opción era instalar una planta de ósmosis inversa, que contaba con un coste de construcción y de mantenimiento más alto, y solo aseguraba el abastecimiento a las empresas actualmente instaladas