La XXXII edición del Festival Castillo de Aínsa se despidió hasta su próxima cita con la presentación oficial de La Morisma 2022, la recreación histórica que narra la conquista de Aínsa por los cristianos en el siglo VIII, tras la aparición de una cruz de fuego sobre una carrasca y que se había representado por última vez en el año 2018. Se calcula que alrededor de 4.000 personas han pasado por el festival.

Será el próximo 3 de septiembre cuando se celebré esta cita, en la plaza Mayor, y la venta de entradas comenzará el 15 de agosto. No obstante, la Asociación Cultural La Morisma organizó este sábado un preámbulo pirotécnico a cargo de los zaragozanos Os Diaples d’a Uerba, un grupo de diablos, brujas y músicos en directo que ha abarrotado la Villa Medieval con llamativos juegos de fuego, danzas y sonidos ancestrales.

Después, un juglar, en su intento de explicar el importante valor que para Aínsa, y también para Aragón, tiene la representación de La Morisma, se veía interrumpido por una potente voz que provenía del interior del ayuntamiento. Era el dragón Pentafuria, el nuevo personaje que a partir de ahora formará parte del reparto, cuyo nombre ha sido elegido por el alumnado del colegio Asunción Pañart y construido por la reconocida empresa de Loporzano Tecmolde.

La promoción de La Morisma cierra oficialmente el cartel del Festival Castillo de Aínsa, que comenzó con el coloquio sobre simientes del país en el Centro Cultural y el concierto de Ensemble XXI en Santa María de Buil la tarde del 2 de julio.

En total han sido 20 días de programación, con 24 artistas o compañías contratadas, así como otras actividades vinculadas al territorio y la proyección de dos películas, gracias a la estrecha colaboración entre el evento ainsetano y Espiello, Festival Internacional de Documental Etnográfico de Sobrarbe.

En esta trigésimo segunda edición, el público ha podido disfrutar de artistas de renombre internacional, como Eric Gales, guitarrista estadounidense que ofrecía en Aínsa uno de sus cuatro conciertos en España para este verano.

También de otros de ámbito nacional, como Morgan, María Arnal i Marcel Bagés o Los Mambo Jambo; y aragoneses de altísima calidad como Almalé, Ana Diáfana e Iñaki Zuazu y Olga y Los Ministriles.

El teatro y los homenajes a vecinos del territorio han vuelto a ser una máxima. Dos representaciones en la Casa de los Títeres de Abizanda, que se estrenaba como sede del Festival, y otras cuatro obras repartidas entre el foso y el Patio del Museo, han formado la oferta cultural de este año, completada además con la exposición de campanas del mundo en la Sala Caballerizas del Castillo.