PROBLEMAS CON LAS RENOVABLES

Varios municipios de Campo de Daroca plantan cara al "destrozo" de las nuevas torres de Forestalia

Los ayuntamientos denuncian la forma de la instalación y piden cambios en el proyecto

Simulación del consistorio villarroyano en la que se muestra el lugar en el que se ubicarían los postes.

Simulación del consistorio villarroyano en la que se muestra el lugar en el que se ubicarían los postes. / AYUNTAMIENTO DE VILLARROYA DEL CAMPO

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

«Como un elefante en una cacharrería». Así definen los alcaldes de varios municipios de la comarca Campo de Daroca la llegada de los paneles solares y las torres de la línea de evacuación que Forestalia quiere instalar en su territorio como parte de la apuesta del Gobierno de Aragón por las renovables. 

Una situación que ha levantado un clamor en el seno de municipios como Villarroya del Campo o Torralbilla que ya han enviado varios escritos a la energética pero que aún no han recibido respuesta. «Se nos han ocultado muchas cosas y no han hecho caso a las peticiones de cambio de unos proyectos que nos afectan directamente», coinciden los ediles de estas dos localidades. 

En el caso de Villarroya del Campo, el pasado fin de semana el pleno municipal acordó el rechazo «frontal» al trazado de la línea de evacuación por «proximidad al casco urbano, por las afecciones que ello conlleva a nivel medioambiental, paisajística, turística y de salud». 

«No estamos en contra de la instalación de este tipo de energías renovables, pero no nos parecen las formas», cuenta José Carlos Franco (PP), alcalde de Villarroya del Campo, municipio que ha ofrecido alternativas como «el soterramiento de la línea o alejar su paso del casco urbano».

En el caso villarroyano, que solo está afectado por las líneas de evacuación, también entra la fauna, con la situación del sisón. «Esta especie pasó en septiembre a estar en peligro de extinción y una de sus principales causas de muerte es el choque con estas torres», detalla Franco, que critica a su vez el informe presentado por Forestalia: «Fue hecho ad hoc, defendieron que este pájaro no está en la zona mientras que nuestros técnicos, los de la DGA y los forestales de la comarca aseguran que se pueden ver sisones cerca de Villarroya del Campo».

Las afecciones en el caso de este municipio llegan también al paisaje, «porque limita la visión del único mirador que tiene el pueblo hacia la Ibérica zaragozana», e incluso de patrimonio, por la cercanía de los postes al yacimiento celtíbero que Villarroya del Campo descubrió y musealizó hace varios años. 

La falta de contestación por parte de la energética que denuncia Franco también la han sufrido en Torralbilla, donde su alcalde, César Hernández (PSOE), destaca la falta de información: «Queremos saber qué pasa con el humedal, con la zona de recreo y con los caminos y campos que el proyecto atraviesa en estos momentos». Un diseño que el regidor califica como «destrozo, porque va por donde quiere sin fijarse en lo que ya hay establecido en la zona».

Falta de comunicación con la DGA y con Forestalia

Hernández extiende su crítica al Gobierno de Aragón, institución que «tampoco ha informado» a los municipios de los avances de este proyecto ni de las consecuencias que puede tener en la zona. «No hay comunicación, porque hemos mandado escritos firmados por personal técnico en el que se ofrecen alternativas lógicas, que respetan los campos y los caminos, pero ni siquiera hemos recibido una respuesta», lamenta el alcalde de Torralbilla, que defiende que «este tipo de inversiones son buenas para la zona, pero siempre y cuando se respete el territorio». 

En Mainar, por otra parte, la situación está más tranquila porque sí han conseguido establecer esa comunicación con Forestalia: «Hemos podido hablar con ellos y en principio tendremos otra reunión para valorar esas alternativas». Lo que sí que afea María Lina Hernando (PAR), alcaldesa de Mainar, es la primera toma de contacto: «No entendemos que el primer interlocutor sea el alcalde de Romanos, que creo que no pinta nada en cómo afectan los proyectos a otros pueblos».

«No entendemos que el interlocutor directo de la empresa sea el alcalde de Romanos»

El objetivo de Hernando es que sus alternativas lleguen a buen puerto: «Nuestra primera opción es soterrar la línea, pero si no se puede llevar a cabo, nuestro deseo es alejarlo del término municipal y que solo afecte a uno de los lados de nuestro monte». 

En Villarroya del Campo ya se están planteando «movilizaciones» como una nueva forma de presión a Forestalia, a las que Torralbilla «no descarta» unirse, mientras que en Mainar prefieren «mantener la conversación, pero seguimos en contacto con los demás ayuntamientos».

El impacto de las renovables no se limita solo al Campo de Daroca. Como adelantaba ayer El diario de Teruel, el trazado de la línea de alta tensión que atraviesa el Matarraña pasa a tan solo 70 metros de la iglesia de Mas del Labrador. Este templo fue restaurado en 2020 con cargo al Fondo de Inversiones de Teruel (Fite).

La respuesta de Forestalia: convenios y energía gratuita

Desde la energética aseguran mostrarse "abiertos a consensuar con los municipios las instalaciones previstas". Además, Forestalia recuerda que hace un par de semanas anunció la firma de "convenios con 40 municipios que se beneficiarán de consumo eléctrico gratuito", algo que definen como "un compromiso de Forestalia por que la población local sea la primera beneficiada de los proyectos de energías renovables".

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