La máscara de Ateca vence en el cerro de San Blas en su gran día

Y la máscara de Ateca volvió a ganar. El célebre personaje de este municipio bilbilitano conquistó una vez más el cerro de San Blas pese a que centenares de vecinos intentaron, a base del lanzamiento de manzanas, evitar una misión que una vez más sí llegó a su buen final.

El encargado de enfundarse en el traje volvió a ser Jesús Lozano, que ya participó en 2020, solo un mes antes de que la pandemia del coronavirus condicionase los siguientes dos años. Por fin, con la vuelta de la normalidad, Lozano volvió a cumplir una misión que ya es considerada fiesta de Interés Turístico de Aragón.

Pero la máscara no ha sido la única personalidad que se ha hecho con el control de Ateca durante esta semana. Desde el pasado día 2, y hasta hoy, la cultura, la música y la gastronomía han dado la vuelta al pueblo con una variada programación que no se ha olvidado de ninguna franja de edad.

Esa gastronomía comenzó el mismo día dos por partida doble. la iluminación de San Blas, que por primera vez usaba fuegos artificiales para la ocasión, ya que se reservaron los que no pudieron utilizarse en septiembre por las consecuencias del incendio, vino acompañada de una primera merienda: roscón de San Blas y chocolate con churros para abrir boca en una noche llena de comida.

Porque solo un rato después, a la hora de la cena, la gran hoguera de Ateca prendió y por ella desfilaron longanizas, patatas asadas y chorizos con los que seguir llenando la tripa. Una bonita y suculenta forma de reunir a todos los vecinos en una de las noches más especiales del año.

La tradición siguió presente ayer con la misa en honor al patrón de la localidad y con la procesión hasta la ermita. Un acto que fue, una vez más, la antesala de lujo al clásico ascenso de la máscara hasta el cerro. La conquista del personaje, pese a su largo recorrido y a que muchos atecanos hicieron todo lo posible por evitarlo, terminó con la gran danza comunitaria y con los acordes de la canción Puente de Alcolea sin dejar de resonar.

Pese a la bonita celebración, todo acabó como siempre: tras el final del baile, los jóvenes atecanos se abalanzaron sobre la máscara y le desprendieron de todos sus cascabales, los que componen el soniquete habitual de su conquista del cerro de San Blas.

Fuera de la programación más habitual, en este 2023 las fiestas de San Blas serán recordadas por ser aquellas que pusieron, más que nunca, en el centro la figura de la máscara.

La escultura homenaje a este personaje, realizada por el artista local Julián Minguillón, ya reina en la entrada del pueblo. La rotonda de la avenida San Blas ya luce esta imponente figura que recuerda a propios y extraños que ya están en Ateca.

Las fiestas de Ateca en honor a San Blas llegan hoy a su final con una amplia programación cultural para terminar las celebraciones del definitivo regreso de la tan ansiada normalidad. La música, con orquesta y discomóvil para el disfrute de todos los vecinos, pondrá la guinda final a unas jornadas donde la máscara de Ateca ha vuelto a ser la gran protagonista.

Andorra, Robres y Fonz, entre otros municipios de la comunidad, también se sumaron a la celebración de San Blas, recuperando sus propias tradiciones.