PATRIMONIA ARAGONÉS

El Monasterio de Veruela inaugura su horario de verano para Semana Santa

A partir del 1 de abril al 30 de septiembre abrirá de martes a domingo de 10.30 a 20.00. Desde el próximo jueves y hasta el domingo habrá más turnos de visitas de los habituales

Interior del Monasterio de Veruela

Interior del Monasterio de Veruela / Santiago Cabello Solanas

El Periódico de Aragón

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El monasterio de Veruela inaugura mañana sábado la temporada de verano y hasta el 30 de septiembre abrirá de martes a domingo de 13.00 a 20.00. Los lunes el monasterio permanecerá cerrado, excepto los festivos regionales, que seguirán el horario habitual. Además, desde el próximo jueves y hasta el domingo, con motivo de la Semana Santa, se prevén tres turnos de visitas guiadas por la mañana (a las 11.30, 12.00 y 12.30) y otros dos por la tarde (16.00 y 18.00).

En el resto de fechas durante la época estival las visitas al recinto, propiedad de la Diputación de Zaragoza, se realizarán de martes a viernes a las 12.00 y a las 17.30 y los fines de semana y festivos a las 11.30, 12.30, 16.00 y 18.00. El recorrido guiado está incluido en el coste de la entrada y tiene una duración aproximada de 50 minutos. Es necesario reservar llamando al teléfono 976 609 025.

Todas aquellas personas que no estén interesadas en la visita guiada podrán ver el monasterio de forma individual dentro del horario de apertura del mismo. Además, desde el interior se puede acceder también al Museo del Vino y el Museo del Aceite. Los visitantes deberán abandonar las dependencias un cuarto de hora antes del cierre de la puerta principal.

Del siglo XII

El monasterio de Veruela comenzó a construirse en el siglo XII y fue el primer monasterio cisterciense de Aragón, erigido al cobijo del Moncayo. La iglesia que se encuentra dentro de la muralla tardó en ser construida 250 años y también llama la atención el claustro gótico levantino. Los muros son completamente lisos, pero conforman espacios de una belleza singular, impactante por su propia sobriedad.

Los monjes habitaron en Veruela hasta 1935 y la abadía quedó abandonada con la Desamortización de Mendizábal. Se convirtió en un lugar romántico, destino de verano y lugar perfecto para curar los males con el aire del Moncayo. A finales de 1863 llegó Gustavo Adolfo Béquer y se inspiró en este enclave zaragozano al escribir “Cartas desde mi celda”.

El monasterio de Veruela es propiedad de la Diputación de Zaragoza desde 1998, aunque ya en 1976 la Dirección General de Bellas Artes lo cedió a la institución provincial y esta se encargó de rehabilitarlo y conservarlo.