La sección Panorama de la Berlinale acogió ayer la proyección de Comandante , la película documental sobre Fidel Castro, realizada por Oliver Stone con capital exclusivamente español a través de tres productoras. El cineasta estadounidense compareció por la tarde ante la prensa en compañía de Jaume Roures, productor ejecutivo del filme. El aspecto político privó sobre el cinematográfico en el animado debate sobre un filme que realza vivamente la figura del líder cubano.

Entre las afirmaciones más destacables de Stone figura su rechazo al embargo que EEUU ejerce sobre Cuba desde hace más de 30 años. "El embargo no tiene sentido. Esto lo pienso yo y muchos ciudadanos americanos", dijo. Siguió con una tajante aseveración: "Cuba no es un país enemigo de EEUU".

La película, de 93 minutos de duración, consiste en una larga entrevista entre el político y el cineasta, salpicada de exteriores con las tareas habituales del mandatario cubano y el correspondiente baño de masas de Fidel Castro en las calles de La Habana. Aunque hay algunas preguntas incisivas, el tono general es condescendiente e incluso laudatorio del líder caribeño.

Oliver Stone negó que hubiera hecho concesiones o pagado dinero para este encuentro con Fidel. "Fue una coincidencia. Roures se acercó a mí y me propuso el proyecto. Fue la gran oportunidad de poder estar tres días con un hombre que me fascina". En total han sido 30 horas de grabación, por lo que se ha tenido que suprimir mucho material, que se aprovechará posteriormente.

A la pregunta de si había eludido temas espinosos, dando una imagen beatífica de Castro, el director de Platoon , JFK y Nixon contestó: "No digo que Castro sea un buen hombre, pero reconozco que si hubiera hecho preguntas impertinentes, no habría habido entrevista".