NACIDO EN MASATEPE (NICARAGUA) EN 1942

TRAYECTORIA TRAS LA VICTORIA DEL FRENTE SANDINISTA (FSLN) ES NOMBRADO VICEPRESIDENTE DEL GOBIERNO, CARGO QUE DEJA EN 1990 TRAS LA DERROTA ELECTORAL. EN 1996 DEJO LA POLITICA TRAS EL FRACASO DEL MOVIMIENTO DE RENOVACION SANDINISTA

OBRAS MAS RECIENTES ´CASTIGO DIVINO´, ´MARGARITA, ESTA LINDA LA MAR´, ´ADIOS MUCHACHOS´

Alejado definitivamente de la política hace ya seis años, el escritor Sergio Ramírez estuvo ayer en Zaragoza para presentar su última novela, Sombras nada más , en la Librería Cálamo. El inicio de la guerra hizo que se suspendiera el acto, pero Ramírez, estuvo presente en la concentración contra el conflicto y, a continuación participó en una cena con representantes del Hermanamiento León (Nicaragua)-Zaragoza y la Fundación Ecología y Desarrollo.

--Sombras nada más gira en torno a un valedor de Somoza que es tomado cautivo por unos guerrilleros. ¿Se trata de una novela sobre la dictadura?

--Tiene que ver con el poder, con la sombra de poder, con el poder en la sombra y con el dominio que éste ejerce sobre las vidas privadas en determinados momentos de la historia. Cuando el personaje es tomado prisionero, lo llevan a juzgar a un pueblo vecino. Esto es lo que hace que la novela se abra frente al pasado porque incluso podemos escuchar de su boca su historia cuando lo están interrogando en el tribunal popular.

--¿Porqué ese regreso a esa parte de la historia nicaragüense?

--Bueno, son acontecimientos que yo he vivido y para mí significó un desafío personal, sobre todo tratarlos desde una perspectiva exclusivamente literaria, cuando yo no me sintiera políticamente involucrado. Si es así, uno se arriesga a no tratar a sus personajes con la integridad de vida con los que tiene que ser enfocados. Yo no quería escribir una novela histórica, sino retomar los acontecimientos de la historia y darle tintes novelescos.

¿Cuánto hay de realidad y cuánto de ficción?

--De realidad sólo el hecho de que un personaje de esta categoría fue tomado preso poco antes de la caída de Somoza, que se dio este juicio popular y yo a partir de esta historia construí la novela mirando hacia atrás. Cómo en sus juventud se pronunció contra Somoza y cómo llega a ser la sombra, la persona más cercana a Somoza.

--Cree que el partir de ese hecho que fue real, ¿puede reabrir heridas que todavía no están cerradas en la historia de Nicaragua?

--La novela ha tenido una lectura masiva y no ha suscitado este tipo de polémicas, sino que ha sido leída como un examen al poder bajo el somocismo, que es lo que yo pretendía.

--Ustéd dejó la política hace seis años. ¿No le tienta volver?

--No, no me tienta participar en una organización política, ni ser candidato ni un cargo público. Lo que me tienta es la escritura. Pero eso no quiere decir que no me preocupe como ciudadano de lo que sucede en el país o en el mundo.

--Hablando de lo que sucede, ¿qué opinión le merece el ataque contra Irak?

--La verdad es que estos días que he estado en España me he sentido feliz de encontrarme que no he hablado con un solo amigo que estuviera a favor de la guerra. Yo creo que quizá la humanidad está frente a un momento de signo negativo que está trayendo algo positivo y es que la gente por primera vez tiene una causa concreta solidaria, alrededor de la cual juntarse. Y lo que más me ha asombrado es ver a tantos jóvenes en las calles. Se decía que los jóvenes estaban de espaldas a la historia, a la vida pública pero me parece que lo que no había eran causas que valieran la pena. Y ahora la hay.

--¿Y desde Nicaragua, cómo se ve el conflicto?

--Se ve de manera distinta que en España. El gobierno se alineó con la política de EEUU, pero no es algo que preocupe a la gente, porque lo inmediato es el desempleo, la miseria, la marginalidad...