NACIDA EN ZARAGOZA, 1979

FILMOGRAFIA ´PARA HACER UN CORTO EN CINCO MINUTOS´, ´SALDRIA A PASEAR TODAS LAS NOCHES. DECLARACION DE KATERINA´, ´EL ROSTRO DE IDO´

"Siempre me ha gustado contar historias y escribirlas, y hace tiempo que descubrí que la mejor forma de contarlas era el cine, porque es una narrativa que reúne todos los lenguajes: la sugerencia de lo visual, la palabra, la música, las emociones, etc". Paula Ortiz, alumna del Taller Bigas Luna de Zaragoza, es una narradora, una cuentacuentos moderna que explora y explota las posibilidades del lenguaje para ofrecer historias que enganchen por los sentimientos, y a través de la imagen. Por este motivo, decidió empezar por conocer la palabra al dedillo.

"Elegí estudiar Filología Hispánica porque creo que para contar una historia hay que conocer la lengua desde el principio. Me ha permitido formarme en muchos sentidos, porque el lenguaje y la literatura para mí son algo vocacional, creo mucho en ambos para contar cosas --explica Ortiz--. Volvería a estudiar esta carrera para dedicarme al cine".

PRIMEROS PASOS

Paula Ortiz cuenta que una de las primeras películas que vio de pequeña, La reina Cristina de Suecia (1933), le impactó enormemente: "Recuerdo que Greta Garbo comía uvas de la mano de un hombre. Me pareció entonces una escena muy sugerente, pero no por lo erótico, si no por la belleza de la composición de la escena, con los protagonistas delante y el fuego detrás de ellos".

Su afición por el cine le llevó a apuntarse a un taller de vídeo del Colegio Mayor Pedro Cerbuna, donde realizó con una compañera el cortometraje Para contar una historia en cinco minutos , con el que consiguió el Premio a la Mejor Opera Prima del Festival de Cine de Fuentes de Ebro (SCIFE), en el año 2000. "Este corto se grabó en una tarde --señala Ortiz-- y el presupuesto era nulo, con familiares y actores que se prestaron. Me gusta que sea el primero que hice porque es una reflexión de cómo se cuentan las historias verbal y visualmente".

Ortiz, que ha fundado con Daniel Antolía el grupo teatral La cebolla artificial , también recoge la tradición oral de los cuentos, con títeres y teatro de luz negra, para contar historias tanto a niños como a mayores. De esta afición le viene la adaptación al cine de varios cuentos, de la forma más clásica. La primera de ellas la hizo en el 2001: Saldría a pasear todas las noches. Declaración de Katerina , que recibió una mención en el Festival de Jóvenes Realizadores de aquel año. "Le tengo mucho cariño porque se basa en un cuento de Bernardo Atxaga, que es un autor al que admiro y que me dio permiso para adaptarlo".

Ortiz no piensa por ahora trasladarse a Madrid o Barcelona para proseguir su carrera, después de haber conseguido en el 2002 la beca de Ramón Acín para rodar El rostro de Ido . "Voy a seguir intentando realizar aquí proyectos que vayan surgiendo, Aragón siempre ha sido tierra de cineastas".