"Serían las doce y pico de la noche del 31 de octubre y escuché un estruendo enorme en la calle. Fui a ver qué pasaba y vi cómo el pico de una pala excavadora maniobraba contra el muro del torreón, levantando una polvareda enorme. Después, literalmente, la excavadora salió pitando calle adelante".

Estas son las declaraciones efectuadas a EL PERIODICO por un testigo presencial (que prefirió no desvelar su nombre) del derribo de gran parte de la estructura central del torreón de Zuera, una construcción del siglo XIX ubicada en la avenida Candevanía de la localidad zaragozana, y que allí se le conoce como la muralla , el castillo o el torreón de los franceses .

Y, frente a la versión de los testigos, otra bien distinta; la de Javier Puyuelo, alcalde de Zuera, que esgrimía ayer: "El torreón se vino abajo de manera natural debido al mal estado en el que se encontraba. Todavía no hemos procedido a retirar los escombros porque no interfieren en la circulación ni molestan en absoluto a los peatones". Esta historia de contrastes cuenta también con las sospechas de algunos vecinos de la localidad sobre el secretismo que ronda el devenir del torreón. "Es muy raro --afirmó un vecino-- que siempre, en la acera que está delante del lugar donde ahora está el destrozo, hubiese coches aparcados, y, casualmente, esa noche no hubiera ni uno".

PRECEDENTES

El testigo presencial de la nocturna demolición, asimismo, apuntó: "Es gracioso que se afirme que se derrumbó naturalmente, porque da la casualidad de que justo donde presenta el hueco es la zona más fuerte de la estructura de la construcción, y eso no se viene abajo así como así. Lo lógico es que se hubiese empezado a derrumbar por los lados, no por ahí. Pero da igual, en cuanto se investigue el asunto se sabrá toda la verdad, porque aquí nadie dice nada".

El torreón se trata de una construcción que data del siglo XIX y que fue levantada en el contexto de la Guerra de la Independencia que se libró entre 1808 y 1814 en España contra las tropas de ocupación francesa de la Península.

El edificio fue catalogado en 1981 para pasar a formar parte de los bienes de la localidad. El terreno donde se ubica pertenece a unos particulares, un matrimonio joven. "Hace unos pocos años, a instancias del titular, se intentó descatalogar el terreno. Se realizó un proyecto tras unas negociaciones conjuntas entre el Ayuntamiento y los propietarios, por las que se pactó reconstruir el torreón tal cual estaba y siendo fieles a los materiales de su construcción, piedra, yeso y adobe. Llegado a un acuerdo, se presentó este proyecto a la Comisión de Urbanismo, que lo aprobó. Pero al pasar a la Comisión de Patrimonio, ésta lo denegó", explicó Puyuelo.

El alcalde también matizó: "Y ahí estaba, sin poder hacer nada con él. O sea, que es un lugar donde la Administración no te deja construir ni tampoco te da soluciones". "Asimismo, el ayuntamiento intentó comprar el terreno hace tiempo, pero los propietarios no lo quisieron vender", apostilló.

Así las cosas, el torreón se encuentra ahora en estado de ruina, algo que ha encrespado los ánimos en la localidad y que ya se ha hecho eco en el foro de su página web (www.ayunzuera.com), donde algunos vecinos se preguntan, indignados, el porqué de lo que consideran una acción premeditada y no una causa provocada por la debilidad de los materiales o el efecto del paso del tiempo y la climatología sobre las estructuras del vetusto torreón.

Algunos apuntan que el motivo de este acto pueda deberse a posibles intereses inmobiliarios en la zona, y otros vecinos de la localidad, por ejemplo, también afirman, acusatorios y molestos, que este hecho no es algo ni puntual ni tampoco novedoso: "El edificio, aunque viejo, estaba bien construido y se resistía a caer a pesar de las oportunas mutilaciones que le hacían de vez en cuando".