Vio cómo todos sus amigos de juventud, aquellos inmortales de los años 20, se le fueron muriendo, y el día de su centenario, el 13 de mayo, declaró a un diario madrileño: "No me queda ni uno, aunque Alberti, por ejemplo, tambien fue longevo". Pero el pasado miércoles, José Bello Lasierra, Pepín Bello se vio rodeado de tantos amigos en la Residencia de Estudiantes que ayer matizaba a este diario: "me refería a los de mi edad" y se declaraba "lleno de satisfacción y sorprendido" por este homenaje.

Acudieron las ministras de Cultura Carmen Calvo y de Sanidad, Elena Salgado, el presidente aragonés, Marcelino Iglesias y su consejera de Cultura, Eva Almunia, el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán... "Había visto recientemente a todos, --declaraba José Bello ayer--, con una esplendidez, con una generosidad y con un cariño hacia mí que no podré olvidar en mi vida".

Le impresionó escuchar en la colina de los chopos madrileña a los los tambores del Viernes Santo calandino que evocara el joven Buñuel ante unos amigos asombrados que pudieron pensar que aquello era una ensoñación suya. Pepín Bello recuerda que los escuchó hace 20 años en Calanda desde el balcón de la plaza frente a la iglesia, acompañado por el hijo mayor de Luis Buñuel. "Traer de Calanda un autobús con toda la tamborrada...". Rafael, el otro hijo de Buñuel, estaba el miércoles en el homenaje. También las sobrinas nietas de García Lorca, Laura, Isabel y Gloria. Y el poeta granadino Luis García Montero, junto a Ian Gibson, a quien Bello abrió el camino en España tras el rastro de Lorca

José Bello dijo ayer: "Yo he sido optimista, pero no puede decirse que haya sido alegre, un alegre de esos..., no, no". Llegó a Madrid a los once años desde su Huesca natal y precedió en la Residencia a los célebres residentes que llegaron años después: "Nos hicimos amigos entrañables y terminó esa amistad con la vida de ellos". Y recordó el miércoles a aquellos seres singulares a los que sirvió de engarce. El presidente Iglesias valoró la fidelidad de este oscense hacia su tierra, "algo que a los que somos de nuestra región nos encanta".