La realizadora iraní Marziyeh Meshkini, un miembro más de la familia cinematográfica de Mohsen Makhmalbaf, ha presentado en la competición un impresionante documento centrado en las difíciles y extremas condiciones de vida de los niños de la capital afgana.

Aunque en Italia la titulan Pequeños ladrones, es más indicado el título inglés, Perros callejeros. Dos hermanos, de unos 10 años, vagan por las destruidas calles de Kabul recogiendo leña y enseres abandonados. Por la noche van a la cárcel para dormir con su madre, acusada de adulterio por haberse vuelto a casar tras cinco años de no tener noticias de su primer esposo. El peso de la historia cae en el personaje de la niña, muy fotogénica y expresividad. Sólo sobra una larga y desagradable escena de peleas de perros.