Lleva casi tres décadas demostrándolo y el viernes lo volvió a hacer en Filadelfia, ciudad donde nació Estados Unidos, en el primer concierto de Vote for change . No hay nadie como Bruce Springsteen para apelar al patriotismo, levantar al personal de sus asientos y conseguir que casi 20.000 voces coreen al unísono Born in the USA .

Esta es la primera vez en su larga carrera que Springsteen, de 55 años, rasga su guitarra y utiliza su voz como amplificador político. Quizás por ello, y antes de iniciar su recital en el abarrotado Wachope Center, con su guitarra acústica al hombro, el Boss tocó el himno nacional, el respetable se emocionó y comenzó el espectáculo con otro himno, el citado Born in the USA .

Después de No surrender llegó su primera consigna política: "¿Vistéis el debate anoche? No estuvo mal-", gritó Springsteen, en alusión al primer combate televisivo Bush-Kerry donde el aspirante demócrata frenó su caída libre en las encuestas frente al presidente republicano.

REPERTORIO DE CLASICOS

Junto a su inseparable E Street Band, una maquinaria bien engrasada volvió a dejar claro que su rock compacto conecta a la perfección con los sentimientos de la media estadounidense. A lo largo de dos horas, Springsteen interpretó clásicos de su amplio repertorio: Badlands, Johnny 99, Lost in the flood ... Pero no estuvo solo. Con él tocaron REM, los jóvenes Bright Eyes y el veterano John Fogerty, exlíder de la Credence Clearwater Revival, para pedir el voto y el cambio con el objetivo de echar a Bush de la Casa Blanca.

El del viernes fue el primero de los 37 conciertos que, hasta el 11 de octubre, llevará a una veintena de músicos por 30 ciudades de los 12 estados bisagra, claves para decidir las elecciones del próximo 2 de noviembre.

Junto a Fogerty, viejo icono de los 60 y 70, Bruce y su banda interpretaron piezas como Center field y Fortunate son . Frente a una audiencia totalmente entregada y sin apenas dar tregua entre canción y canción, el músico de New Jersey cantó, a coro con los fans, estribillos tan elocuentes como el de I believe in the promise land- ("creo en la tierra prometida".).

LA HORA DE LAS PROMESAS

"América es una tierra de grandes promesas y ha llegado el momento de que se mueva para cumplirlas", dijo Springsteen aplaudido por su legión de seguidores. "Estamos aquí por una razón. Por el cambio. ¿Estáis preparados?", gritó a un público que dio el sí como decidida respuesta a su pregunta.

"Creo sinceramente que John Kerry sabrá entender las necesidades de este país", dijo, pidiendo el voto para los demócratas, una opción que el líder de REM, Michael Stipe, defendía con el nombre de Kerry estampado en su camiseta.

Vestido de riguroso blanco, de pies a cabeza, y con sus habituales contorsiones y espasmos eléctricos, Stipe intentó animar a un público que había pagado su entrada para ver al Boss. Y aunque tocó hits como Loosing my religion , el grupo de Athens presentó por primera vez en directo el material de su nuevo trabajo, Around the sun , que lanzará el 5 de octubre, con el single Leaving New York convertido en otro gran himno de la noche.

Antes de despedirse, Stipe aludió al tanto conseguido por Kerry la noche del pasado jueves. "¿Alguien vio el debate? Levantad vuestras manos". Y con un estadio con los brazos en alto preguntó: "¿Qué pensáis ahora?". Uno de los momentos cumbre llegó cuando el carismático Stipe invitó a Bruce a subir al escenario para interpretar juntos Man on the moon .

Pero el Wachovia Center, que había colgado el cartel de completo desde hace días, se vino abajo al filo de la medianoche, cuatro horas y media después del comienzo de este concierto-mitin, cuando los 15 músicos protagonistas de la noche interpretaron unidos canciones incombustibles como Born to run, Because the night, Peace, love and understanding o People have the power , para no perdérselo.