Es ya una realidad. El reggaeton es el ritmo de moda también en España. En los coches de alta cilindrada, pequeño tamaño y volumen brutal (en lo que a decibelios se refiere) ya no suena mákina ni nada parecido. Con una diferencia esencial. Mientras aquella era una música estrictamente adolescente, el reggaeton ha traspasado barreras sociales y generacionales. Incluso idiomáticas. "En Estados Unidos lo baila gente que no habla ni papa de español", afirma Julio Voltio, una de las estrellas del género que debe su apellido a una accidental descarga eléctrica. Y lo que es más difícil: "Muchos afroamericanos lo están adaptando". Este fin de semana la ciudad de Los Angeles ha acogido un festival de reggaeton con elenco de altos vuelos; el mejor ejemplo del predicamento que está teniendo el nuevo ritmo es comprobar que las entradas se agotaron en pocas horas.

Mientras el hip hop lleva en España dos décadas tratando de dejar de ser minoritario, el éxito del reggaeton ha sido fulminante. Hace dos años, el sello Metropol publicó una pieza de ritmo trepidante e ininteligible spanglish , la panameña Papi Chulo. Vale Music la incluyó en una recopilación estival y se convirtió en la indiscutible canción del verano. En el 2004, repitió jugada con el Dale Don Dale del gran Don Omar, que antes de convertirse en capo del género predicaba en una iglesia.

RIMAS INCENDIARIAS

Para que nadie la tomara por música de chiringuitos veraniegos, las pasadas Navidades la productora Vale Music lanzó El disco del reggaeton como detonante definitivo. Canciones como Baila morena de Héctor y Tito han calado de tal manera que hasta las más importantes multinacionales del disco se han lanzado a editar también en España todo lo que huela a reggaeton. O a combustible incendiario, como el arrollador Daddy Yankee, cuyo éxito Gasolina sube en el mercado más rápido que el precio del crudo.

Si alguien ha traspasado las barreras hispanas en Estados Unidos ha sido él. "Pero nací, me crié y moriré en Puerto Rico", asegura Daddy Yankee. Interpretó Gata Gangster con Don Omar, colaboraba asiduamente con Nicky Jam y es hoy la punta del iceberg de todo este fenómeno tras haber superado los dos millones de discos vendidos con su álbum Barrio fino .

Como tantos otros, Daddy Yankee viene del gueto. "Se nos cerraron las puertas y creamos nuestra propia subcultura. La gente primero decía: ´esta gente son de barrio, no tienen intelecto´ --afirma Daddy Yankee--. Nos subestimaron, pero creamos un imperio en su cara, y por eso nos ganamos el respeto tanto de los grandes negociantes como del pueblo".

ORIGEN URBANO

Las letras del reggaeton no escatiman sexo ni violencia y combinan estribillos banales con rimas de alto voltaje. Por no hablar del perreo , seguramente el baile más fogoso inventado en la era contemporánea. Hoy los niños son los primeros en imitar el perreo y se apuntan al reggaeton figuras de la música tan consagradas como Alejandro Sanz y Shakira.

"En 1995 el Gobierno portorriqueño retiró nuestros discos" recuerda Daddy Yankee, pionero de un género nacido en los dos países latinos de mayor influencia anglosajona: Panamá y Puerto Rico. "El nombre viene de las improvisaciones que hacían los raperos sobre bases de reggae y dancehall jamaicano", explica El Chombo, mastodóntico creador del Papi Chulo.

Poco tiene que ver el reggaeton con el pop latino made in Mami. "A nosotros no nos gustan los artistas prefabricados", aclara Daddy Yankee. En cambio, bebe de ritmos tropicales como la salsa, el merengue y, sobre todo, la bachata dominicana. Aunque a diferencia de éstos, y como el rock o el hip hop, es de inequívoco origen urbano. Tal vez por ello se impone entre tan diferentes realidades geográficas y culturales.