Esta vez Madonna sí que recalará en España para promocionar su último lanzamiento. El éxito que el icono del pop ha cosechado por estas latitudes gracias a sus Confessions on a dance floor (Confesiones en la pista de baile) se verá recompensado con dos conciertos --Madrid y Barcelona--, a principios de agosto, si bien las fechas y los estadios se están aún negociando. La reina de la música comercial ha reorientado bien esta vez su brújula --tras el fallido American life del 2003--, con este disco en el que rinde un encendido culto a la música dance de los años 70. Todo un atracón de melodías bailables y pegadizas, que le ha asegurado su puesto en el trono. El primer single, Hung up ha permanecido 12 semanas en el número uno de las listas españolas y el compacto también se ha colocado en la cúspide de 41 países (récord que ya figura en el libro Guiness). Y de su disco se han vendido 8 millones en todo el mundo.

Los promotores pugnan por su reencarnación en los escenarios, en una gira que arrancará el 21 de mayo en Los Ángeles y que, en principio, le hará recorrer desde América hasta Australia, pasando por Europa y Asia. Los días que se ha reservado para España son, de momento, el 5 o el 6 de agosto (Barcelona) y el 8 (Madrid).