La historia de Uninci, la productora cinematográfica española bajo el franquismo, que luchó bravamente por etapas sucesivas para afirmar un cine crítico y de calidad en medio del estado de cosas administrativo político y social en España entre 1949 y 1962, se muestra en el libro De ¡Bienvenido Mister Marsall! a Viridiana, escrito por Alicia Salvador y que fue presentado el jueves en la Filmoteca de Zaragoza.

El libro, de 694 páginas, editado por Egeda-8yMedio, tiene su origen en la tesis doctoral de la autora, profesora de instituto, que aborda el control sobre la expresión y la creación que el régimen franquista ejercía sobre toda la sociedad, sin contar con una productora estatal como la que tenía Mussolini, y que, junto a la censura implacable, tuvo que potenciar la industria cinematográfica con medidas proteccionistas, que a veces produjeron efectos contrarios a los pretendidos.

Alicia salvador explica que Uninci fue la primera productora que pretendió salir del tipo de cine anodino, acomodaticio y escapista mediante los típicos temas religiosos, históricos y folclóricos que de forma tácita, se imponían en los años 40 y comienzos de los 50 del siglo pasado. Ese marco sociológico; el aparato jurídico, la industria del cine, el panorama cultural, la disidencia y la relación del PCE y los intelectuales ocupa la primera parte.

"He hallado mucha documentación sobre Bienvenido Mister Marsall y sobre Viridiana, fueron las dos películas que tuvieron más éxito y que reportaron, paradógicamente, los mayores fracasos a la productora. En la primera, se les acabó el dinero, y con Viridiana quebró definitivamente", declaró Alicia Salvador.

La autora señaló cómo tras el reconocimiento mundial de Bienvenido..., Uninci se embarcó, inexplicablemente en un proyecto documental titulado Las cinco historias de España al estilo neorrealista con que el italiano Zavattini había emprendido en Italia. "Pero Berlanga --declaró la autora-- no era un director para hacer ese tipo de trabajo. Su manera de documentar la realidad era otra, así que se desentendió de la obra, que no llegó a realizarse". El propio Berlanga no volvería a dirigir con Uninci y emprendió su propio proyecto de producción.

Alicia Salvador repasa los diferentes encontronazos de Uninci con la censura: se prohibió el guión de Los senderos, de José Luis Sampedro, lo que más tarde será la novela El río que nos lleva. Manuel Picazo, el director de La tía Tula, vio frustrada su pretensión de filmas Jimena, un contra Cid, también prohibido.

Y Carlos Saura se estrelló contra los censores en La boda del Doctor Montalvo sobre un médico que no se quería casar con su compañera y que termina haciéndolo bajo las presiones sociales. "Uno de los censores del guión decía: Estoy viendo Calle Mayor".

El propio Juan Antonio Bardem, director de esta última cinta, que se autoapartó de la producción de Bienvenido Míster Marsall, regresaría más tarde a Uninci durante la época en que Ricardo Muñoz Suay había tomado el relevo de Paco Canet, el hombre que se había tomado el empeño de lanzarla. El último gerente, Domingo Dominguín, viviría el final de la empresa, con Viridiana.

Este filme de Luis Buñuel y sus avatrares ocupa la tercera parte de la obra. "En 1961 España está buscando abrirse a los mercados internacionales. Hay que jugar otro papel: que aquí no se mueva nada, pero dar una imagen de apertura. Había un interés enorme del director general de Cinematografía por recuperar a Luis Buñuel". Alicia Salvador recoge la anécdota de la última escena de Viridiana, en la que entran dos personas en una alcoba y a la censura le parece "más potable" meter un trío y se hace incurrir al director en un divertido menage a trois.

La autoridad del régimen que subió a recoger la Palma de Oro en Cannes se la tuvo que tragar al aparecer el artículo de L´Osservatore Romano contra la película. Era una coporoducción encubierta con el mexicano Gustavo Alatriste. Y cada vez que Viridiana se exhibía en cualquier parte del mundo le caía una multa a Uninci. Eso significó su caída y su final. Buñuel tardaría diez años en volver a rodar en España. Lo haría en 1971 con Tristana.