Cuando el 15 de enero se entreguen en el Beverly Hilton de Los Ángeles los Globos de Oro por 64a vez, Pedro Almodóvar y Penélope Cruz se sentarán entre lo más granado de Hollywood en las mesas regadas de champán que pueblan una de las fiestas de premios con fama de más divertidas para sus asistentes aunque llevarse a casa los galardones se presenta complicado.

Cruz lo tiene difícil para arrebatarle a Helen Mirren el Globo como mejor actriz de drama al que las dos fueron nominadas ayer --como Kate Winslet por Little children, Judi Dench por Notes on a scandal y Maggie Gyllenhaal por Sherrybaby--. Y no sólo es difícil porque Mirren se ha confirmado como ganadora en casi todos los premios entregados hasta ahora, sino porque la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood confirmó su adoración por la actriz haciéndola candidata por partida triple: por The Queen y compitiendo contra ella misma por sus trabajos en Elizabeth I y Prime Suspect.

Más difícil aún le han puesto las cosas a Almodóvar. Volver fue escogida entre las cinco candidatas al premio a la mejor película de habla no inglesa. En el quinteto finalista figuran también --además de El laberinto del fauno y La vida de los otros-- dos obras dirigidas por hombres con mucho más poder en Hollywood: Letters from Iwo Jima, de Eastwood y Apocalypto, de Gibson.

Como Mirren, Eastwood compite contra él mismo en otra categoría, la de director, en la que ha sido destacado por Letters y por Banderas de nuestros padres. Lo mismo le sucede a Leonardo DiCaprio, candidato como mejor actor de drama tanto por Blood diamond como por Infiltrados. Babel, de Alejandro González Iñárritu, acumula el mayor número de opciones (siete).