1. -- ANTES QUE EL DIABLO SEPA QUE HAS MUERTO. De Sidney Lumet. El director de Doce hombres sin piedad trasladó a la pantalla la historia de un atraco con un resultado potente y estremecedor que muestra al espectador lo peor de la condición humana. El cineasta estadounidense, con 84 años y cinco nominaciones al Oscar, retrata psicológicamente a cada personaje. Y lo hace en un ambiente crudo, negro, brutal. El resultado no sería tan brillante si los actores no estuvieran a la altura de las circunstancias. Un gran (enorme) Philip Seymour interpreta al hermano mayor, supuestamente fuerte y triunfador, mientras que Ethan Hawke da vida al débil y pobretón. Ambos planean un atraco, digamos, familiar. Así de ruin es la humanidad. El padre es Albert Finney (aquel joven poco entusiasta con el matrimonio de la maravillosa película Dos en la carretera) mientras que la mujer del hermano mayor es Marisa Tomei, que consigue exprimir con éxito su lado más sexi bajo las órdenes de Lumet. La (imprescindible) película consiguió un imposible: unir a críticos y público.

2. -- WALL.E. De Andrew Stanton. Los primeros 40 minutos de esta cinta de animación, en los que apenas hay diálogo, han sido calificados de obra maestra. El pequeño robot de Disney Pixar que libra de basura el planeta arrasó en agosto.

3. -- EL CABALLERO OSCURO. De Christopher Nolan. El segundo Batman de Nolan ofrece 152 minutos de adrenalítico entretenimiento. El fallecido Heath Ledger borda un poderoso e hipnótico Jocker.

4. --POZOS DE AMBICIÓN. De Paul Thomas Anderson. Un drama virulento y apocalíptico sobre el negocio del petróleo que conquistó dos Oscar, uno al mejor actor principal (Daniel Day-Lewis) y a la mejor fotografía (Robert Elswit).

5. -- LA NIEBLA. De Frank Darabont. La adaptación de la espeluznante novela de Stephen King no convenció por igual. Algunos vieron más una alegoría política que una película de terror.