EL VERDADERO CREYENTE

AUTOR Eric Hoffer

EDITORIAL Tecnos PGS. 278

Existe cierta relación entre la insatisfacción con uno mismo y la tendencia a la credulidad. Pascal era de la opinión de que "uno está mejor dispuesto a entender los escritos sagrados cuando se odia a sí mismo". Eric Hoffer (1902-1983) fue un intelectual norteamericano que trabajó como estibador en el puerto de San Francisco durante 25 años hasta que se jubiló. Reflexionó sobre los fenómenos y los movimientos de masas y analizó la dinámica personal de sus militantes.

En los aforismos que recoge en su libro El verdadero creyente (Tecnos) no distingue la naturaleza de los fanáticos, pero sí les atribuye una etiología común. Se trate de fanáticos religiosos, políticos, deportivos, nacionalistas, sociales, terroristas o del signo que sean, tienen una frustración yacente en sus propias vidas. Al margen de las diferencias de doctrina y aspiraciones, todos los movimientos reclutan a sus primeros seguidores entre el mismo tipo de hombres. Todos atraen a los mismos tipos de mentalidad.

La fe en una causa sagrada es en gran medida un sustitutivo de la fe perdida en nosotros mismos. Las personas que sienten que sus vidas están arruinadas y desaprovechadas son las que primero son capaces de lanzarse con una fe ciega en pos de un ideal.

Las personas con sensación de realización piensan que el mundo es bueno y les gustaría conservarlo como está, mientras que los frustrados alientan el cambio radical. Pero Hoffer también observa que la insatisfacción en sí misma no crea necesariamente un deseo de cambio. Los atemorizados con su entorno o los que sufren una gran inseguridad no quieren cambios y se aferran a lo poco que tienen. Pero sí surge el deseo de cambio en quienes poseen algún sentido del poder. Las migraciones pueden servir como sustituto de un movimiento de masas.