El poeta chileno Rolando Mix, residente en Zaragoza desde 1983, donde llevaba a cabo una intensa actividad literaria y de apoyo a los derechos de los inmigrantes, falleció el pasado jueves en esta ciudad a los 78 años y será incinerado hoy a las 12.15 en el cementerio de Torrero.

El alcalde Ramón Sáinz de Varanda propició el asentamiento en Zaragoza de este refugiado que tras el golpe de estado de Pinochet tuvo que huir de su país donde se le buscaba para matarlo por su compromiso con el régimen de Salvador Allende. En Zaragoza pudo ver publicados sus libros: Siete poemas desde la ausencia (1993); El espejo y tú (1994); La mar de amor (1999); Río de amor (2006) y Tras la palabra (2008).

UNA VIDA COMPROMETIDA Rolando Mix había nacido en Iquique en 1931, hijo de un director de escuela. Trabajó de periodista en Los tiempos, de Santiago y en una distribuidora de libros de izquierdas. En ella conoció a su cliente más fiel, Salvador Allende, y a políticos y a literatos de la época, como Juan Rulfo, Víctor Jara, Violeta Parra y Pablo Neruda.

Cuando en 1970, Allende fue elegido presidente, Rolando fue designado para realizar la reforma agraria en Atacama, un poblado repleto de minas que estaban en manos de los colonizadores ingleses o estadounidenses.

"Un día antes del golpe, los colegas del partido me obligan a reformar el sindicato en otro poblado. Así salve la vida, mientras ellos murieron horriblemente torturados", recordaba. Gracias a una fuente de su etapa de periodista logró huir a Argentina primero y luego a Alemania del Este. En la ciudad de Leipzig trabajó durante diez años como traductor e intérprete para la firma Intertex.

Finalmente recaló en España, tras haber sido rechazado en los Estados Unidos. Había comenzado su exilio con las manos vacías y, años después señalaría en una entrevista a este diario: "Moriré pobre por haber dicho las cosas honestamente".

Rolando Mix murió el jueves de un infarto, cuando iba por la calle para llevar a Rogelio Ayala, de la Federación de Emigrantes de Aragón, los versos que le habían encargado para ser leídos en las etapas de la marcha a pie que las federaciones de emigrantes de España realizan estos días desde Barcelona a Madrid, pasando por Zaragoza. La marcha dura 30 días, se planta un olivo en cada etapa como símbolo de arraigo y está previsto que recale el 21 de octubre en el Congreso, donde se entregará un manifiesto para que no se apruebe la reforma de la Ley de Extranjería.

El poema que portaba Rolando Mix al morir decía: "La tierra es un planeta redondo / como la barriga de la Naturaleza. / Gira, viaja, al igual que quienes lo habitan. / La historia va veloz dejando atrás viejas épocas / hay que habitar esta enorme casa, este planeta / que sea hogar de todo ser humano. / Venga de allí o de allá más que un vecino es un hermano".

Y, en el mismo papel, con letra temblorosa, estos versos personales como una despedida: "Decúbito supino sobre la roca / sol y viento secaban mi cuerpo mojado / cubriendo de sal la piel morena".