Si hay un título por el que nadie se jugaría un euro es El baile de la Victoria. No ha sido un éxito de taquilla como sus competidoras y ha provocado más decepciones que adhesiones. Sus posibilidades son remotas, pero también las tiene. Su principal baza radica en que un número importante de académicos la escogió para representar a España en la carrera de los Oscar. Que luego no fuera seleccionada, ya es otro cantar. Entre sus aspectos positivos destaca el prestigio del que disfruta Fernando Trueba. También ayuda la presencia de Ricardo Darín. Es difícil que El baile cante victoria, pero no es algo imposible. E. de V.