Reivindicar y dignificar el oficio de titiritero. Con esa intención, Arbolé e Insertos Videoproducciones han creado la serie de televisión El viaje del titiritero, que pretenden que se pueda ver en todos los países del mundo. "Es un documental activo al estilo de los que se pueden ver en las cadenas temáticas de viajes o de gastronomía", explica el gerente de Arbolé, Esteban Villarrocha. La promoción del proyecto se estrenó ayer en el Nuevo Teatro Arbolé en un acto en el que estuvieron varias personalidades del mundo de la cultura y de la sociedad aragonesa.

En cada uno de los capítulos, Iñaqui Juárez (artista de la propia compañía Arbolé), que actúa como conductor, recorre diferentes lugares del mundo para ir dando a conocer los diferentes tipos de títeres que siguen asombrando a los espectadores. Desde las Sombras Chinescas hasta Los Teleñecos pasando por el Bunraku japonés o el Guignol francés. "Todo esto nace de nuestra propia experiencia vital al viajar y comprobar que el oficio de títeres unifica todos los países del mundo", afirma Esteban Villarrocha que destaca que "a pesar de las nuevas tecnologías, los títeres siguen sobreviviendo y perdurarán de por vida".

Arbolé e Insertos llevan un año trabajando en este proyecto del que, de momento, se ha hecho todo el trabajo de preproducción. "Hemos rodado ya varias localizaciones y está hecho el guión de los episodios", dice Villarrocha que explica que en este momento están vendiendo el proyecto: "Casi todas las productoras nacionales importantes se han interesado y, aunque aún no hay nada cerrado, en un año creo que estará grabado y, no solo eso, sino que se estará emitiendo". La intención es que se pueda ver en muchos países ya que "los títeres son universales". Y es que, al contrario de lo que suele pasar en Aragón, asegura el gerente de Arbolé, él mismo es "muy optimista porque es muy interesante y ya está encaminado".

De los trece capítulos previstos, uno estará dedicado a los saltimbanquis en España, otro a Argentina y el resto a Cuba, México, Estados Unidos, Japón, China, Indonesia, India, Turquía, República Checa, Italia y Francia.

ENTRETENER Y DIVERTIR Los objetivos de la serie son entretener y divertir a los espectadores, divulgar de forma amena las tradiciones y vanguardias del arte de los títeres y el oficio del titiritero en el mundo, volver a conectar a los espectadores con la parte infantil, contribuir a la conservación de este arte ancestral, enseñar el mundo como un lugar lleno de maravillas y alimentar los sueños, historias, cuentos y narraciones. Todo ello mediante esta serie que sirve como eje transversal en la educación al mostrar el mundo y sus diferentes formas de vida y cultura.

Para ello, el proyecto se ha enfocado desde el punto de vista del titiritero. Es decir, no se trata de enseñar los títeres como los vería un turista sino desde el artesano del títere, que viaja en su condición, duerme en casa de otros titiriteros, come con ellos y vive como ellos. "Se trata de que se aprenda su manera de vivir, el proceso de fabricación de los artefactos y de retratar una profesión desde dentro", explica Villarrocha que concluye su explicación de una manera emotiva: "Para nosotros, esto es volver al origen 30 años después: viajar, vivir y convivir".