FERIA DE SAN ISIDRO DE MADRID.

Una tremenda cornada destroza el cuello de Aparicio

El pitón entró por la barbilla y salió por la boca, provocando heridas de pronóstico "muy grave".

Una tremenda cornada destroza el cuello de Aparicio

Una tremenda cornada destroza el cuello de Aparicio

El diestro Julio Aparicio sufrió ayer una impresionante cogida en la plaza de Las Ventas. El pitón del primer toro de la tarde, de la ganadería de Juan Pedro Domecq, entró por el cuello del torero y salió por la boca en una dantesca imagen. Aparicio perdió pie durante la faena de muleta, y al tratar de levantarse, el toro fue a por él, alcanzándole de lleno en el cuello, metiéndole el pitón por encima de la nuez y atravesándole hasta salir por la boca. El diestro comenzó a sangrar abundantemente mientras era conducido por miembros de su cuadrilla a la enfermería, donde fue operado por el equipo médico que dirige Máximo García Padrós.

A pesar de que en un principio las noticias eran más tranquilizadoras, la herida produjo lesiones más graves de lo anunciado y tuvo que ser trasladado desde el quirófano de la plaza al hospital del 12 de Octubre, donde continuó la operación. Según el primer parte médico, Aparicio sufre una herida "en región submandilar con una trayectoria ascendente que penetra en cavidad bucal, atraviesa la lengua y alcanza el paladar, produciendo fractura del maxilar superior". El pronóstico era de "muy grave".

De esta forma, la corrida quedó en un mano a mano entre Morante de la Puebla y El Cid. Morante, que mató al toro que hirió a Aparicio, no tuvo suerte con el tercero, ni tampoco con el quinto, con el que hizo lo mejor de la tarde en un saludo superior y en otro quite excelso a la verónica. Aún así, recibió silencio en todos.

El Cid, que fue volteado en su primer toro, esquivó la cornada y, con la taleguilla rota, siguió su labor, que acabó en poca cosa. En el cuarto, un buen sobrero de Gavira, lo intentó en una faena de más asiento que otras veces, pero que acabó diluyéndose. Por último, en el sexto, realizó una faena de las que gustan en Madrid y logró la única oreja de la tarde.H

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