Es quizá una de las más novatas, pero desde su apertura en junio, ha conseguido una clientela fiel. Se trata de El Puerto, un local que tiene en su carta y en sus actividades su gran atractivo.

Compuesta por una terraza exterior cubierta y una sala interior, posee un ambiente costero que traslada a los clientes a primera línea de playa. Otro de sus grandes reclamos es su embarcadero donde se puede disfrutar del paseo en barco.

Durante todo el mes de julio organiza numerosas actividades. Fiestas del fuego, love session, actuaciones con saxo, violines y cantantes animan las noches ribereñas.

Pese al viento que azota la zona, la terraza está habilitada para evitarlo gracias a sus cubiertas laterales. Además, según indica uno de los dueños, Sergio Rivera, "la semana que viene se estrenará un sistema de calefacción por infrarrojos para poder abrir durante el invierno sin que nadie pase frío".

EL DISTINTIVO Su carta de cenas ofrece una gran variedad de productos con bocadillos, raciones y ensaladas a un precio muy asequible. "Creo que nuestros precios han sido uno de nuestros mayores reclamos, ofrecemos variedad gastronómica a un precio muy razonable", comenta Rivera. Las bebidas son otros de sus grandes reclamos. Caipirinha, mojitos y margaritas son algunas de sus especialidades. Asimismo, cada semana se presenta un tipo distinto de gintonic. "Queremos especializarnos y buscar nuevas alternativas", explica Rivera.

Su público adopta todas las edades. Familias con niños pequeños, treintañeros e incluso despedidas de solteros tienen cabida en El Puerto. "Uno de los mayores atractivos para los grupos es la posibilidad de alquilar el barco. Por 300 euros se puede disponer del catamarán para celebrar fiestas privadas", afirma Rivera.