Renovarse o morir. Este es uno de los lemas que mejor conoce el mítico Club Náutico, que tras la remodelación de sus instalaciones abrió sus puertas en mayo del pasado año.

Además del restaurante que alberga la sala interior, donde se puede degustar de una variada carta para cenas, el club posee una amplia terraza a nivel del río acomodada con numerosos y cómodos sofás para disfrutar de las noches estivales junto al Ebro.

Música chill out, luz suave, ambiente tranquilo y actuaciones en directo son algunas de las características más destacadas del conocido local ribereño.

En su terraza se puede degustar una amplia carta tanto de cafés como de cócteles. Margaritas, mojitos, cosmpolitan o baileys strawberry son algunos de los combinados más demandados.

Por otro lado, la terraza también ofrece la posibilidad de cenar en sus instalaciones. Los brownies y los gofres son dos de los postres más deseados entre la clientela del club, aunque también ofrece variados bocadillos.

LA DIFERENCIA Además del sobrado reconocimiento que tiene en el sector, y la fama alcanzada en toda la ciudad tras años dedicados a la misma actividad, el Club Náutico no se duerme en los laureles y ofrece diferentes espectáculos para seguir manteniendo el renombre obtenido. Actuaciones de breakers, conciertos con saxo y paseos en catamarán amenizan las noches, para sorprender a los asistentes.

El espacio también se puede reservar para cenas de grupos y empresas, consiguiendo así una clientela establecida entre los 25 y los 45 años.

Los sábados la noche se anima con música "más movida", explica Tania Fernández, encargada de la terraza. "Durante el fin de semana solemos poner música house para animar el ambiente, ya que cambia a lo que normalmente ofrecemos entre semana", afirma Fernández.