El Teatro del Mercado de Zaragoza estrena esta tarde la obra Tiempos, lugares violentos del zaragozano Sascha Montenegro, una pieza sobre el día a día de dos vecinos, uno de ellos extranjero. Es una obra que "afronta el miedo propio ante lo desconocido", según el autor. Además, representa el único espectáculo teatral en España para todos los públicos, incluidos los discapacitados sensoriales, ya que incorpora de forma pionera audiodescriptores para ciegos y subtítulos para sordos.

La obra fue presentada en el Festival de Huesca 2009 tras siete meses de ensayos, investigación y aprendizaje del idioma, y ahora llega al público de miércoles a domingo --dos semanas consecutivas-- hasta el 31 de octubre, con todas las sesiones accesibles.

La producción, de Ocioimagen Teatro, relata una historia entrañable y divertida de dos personajes, uno español y uno marroquí, separados por un tabique muy fino, explicó ayer el autor, que también ejerce en escena como el extranjero y emplea una jerga árabe-español reconocible. El actor Sergio Lanza representa a su vecino y Nagot Picón dirige la obra.

DOS ANTIHÉROES Sascha Montenegro indicó que Tiempos, lugares violentos es "un viaje hacia la aventura urbana de dos antihéroes, perdidos en la gran ciudad, cuya relación aparentemente es vecinal y que muestra la dificultad que tienen ambos para llevar a cabo sus sueños". La preparación del texto requirió un largo trabajo de investigación linguística y psicológica.

En la obra se combina el texto teatral con el uso con animaciones en dos dimensiones que incluyen onomatopeyas proyectadas, mientras que la accesibilidad para los ciegos y sordos está configurada por un bucle magnético portátil, la emisión de subtítulos no literales e integrados en el escenario, la animación gráfica y la audiodescripción.

"Un ciego en el teatro --declaró Sascha Montenegro--, generalmente va acompañado de alguien que ve; la audiodescriptora hace ese papel a través de unos audífonos de FM, que, en los momentos de silencio, describe al espectador lo fundamental de la escena, sin invadir el diálogo de los actores". El autor agregó que ese mecanismo "a veces destaca gestos o detalles que se le escaparían a un espectador simple". Los subtítulos se ponen arriba, en la escenografía de caja, de la forma más integrada posible, para que no distraigan a los oyentes.

El director general de Cultura, Ramón Miranda, destacó el compromiso de la compañía "con lo social, por su acercamiento al diferente, y en la investigación de los lenguajes artísticos". A su vez, el jefe de Servicios Sociales de la ONCE en Aragón, Miguel Ángel Casanova, destacó que "desde la iniciativa privada se ha pensado en todas las personas".

Tras indicar que "los ciegos tenemos una asignatura pendiente con el cine y el teatro", recalcó que "todos tenemos derecho a la cultura y ahora las tecnologías nos permiten ejercerlo". Jesús Carlos Laiglesia, presidente de la Agrupación de Personas Sordas en Aragón, expresó su agradecimiento "por la sensibilidad de esta producción".