Hubo un tiempo en el que el cine fantástico español se definía por el estilo de producción de Fantastic Factory, la división de cine de terror creada por la firma Filmax. Hoy ya no es así y los talentos se diversifican. Ahí están J.A. Bayona, director de El orfanato, y Guillem Morales, responsable de El habitante incierto y, ahora, Los ojos de Julia, un filme que se acerca a algunos mecanismos de El orfanato --más allá de la presencia en ambos filmes de la actriz Belén Rueda-- ahondando en una idea que era esencial en la primera película de Morales: la inquietud que procura la presencia de alguien que sabemos que se encuentra en nuestra casa sin que podamos verle.

El habitante incierto era más abstracta, casi como una pesadilla al estilo del Roman Polanski de El quimérico inquilino. Los ojos de Julia resulta mucho más práctica porque está planteada para funcionar más y mejor en las salas comerciales: Julia, el personaje encarnado por Belén Rueda, sufre un proceso degenerativo de la visión, lo que justifica que intuya pero no pueda ver, y su hermana gemela, Sara, se había quedado completamente ciega antes de ahorcarse en el sótano de su casa.

A partir de esta premisa, la de la perdida de visión y el temor que ello provoca, Morales desarrolla una historia que va de lo evidente a lo sugerente. Morales trufa el relato de elementos más personales, de modo que la película oscila entre el drama inquietante, la reflexión sobre el punto de vista y, también, la influencia del giallo italiano, la mezcla de thriller y terror gótico.

Belén Rueda, Lluís Homar, Pablo Derqui y actores tan veteranos como Julia Gutiérrez Caba, y Joan Dalmau conforman el reparto de una película que basa buena parte de su efectividad en lo que el director ha decidido esconder a la cámara.

´The town´

El thriller, aunque en la dimensión más propia del cine negro estadounidense, es el género empleado por Ben Affleck en su segunda película como director, The town (Ciudad de ladrones), un relato seco y cortante de las actividades de un grupo de atracadores de bancos de Boston. Affleck y Jeremy Renner incorporan a dos miembros de la banda, tipos duros que han crecido en la periferia de la ciudad, descreídos y violentos, mientras que Rebecca Hall da vida a la directora de una sucursal bancaria que se enamora del jefe de la banda sin saber su verdadera identidad.

Sin relación con los géneros clásicos llega la última propuesta del iraní Abbas Kiarostami, Copia certificada,que habla de una relación amorosa en crisis a partir de la escenificación y la impostura de la misma. Juliette Binoche, la musa de medio cine de autor (ha trabajado ya con Kieslowski, Téchiné, Hou Hsiao-hsien, Haneke, Assayas, Carax, Lasse Hallstrom), respalda al director iraní en su primer paso hacia la internacionalización de su cine.

Emma Stone protagoniza la comedia estadounidense de la semana, Rumores y mentiras. Su tema es el de los problemas de sexo entre adolescentes tomando prestado el argumento de un clásico literario, La letra escarlata de Nathaniel Hawthorne. Stone es una alumna de instituto que pretende darle un vuelco completo a su existencia, más bien anodina, anunciando a bombo y platillo que ha perdido la virginidad durante un alocado fin de semana.

Los ojos de Julia no es la única producción española. Retornos, de Luis Aviles, es un thriller centrado en el regreso de un hombre al lugar en el que nació y del que ha permanecido alejado durante diez años. La tropa de trapo en el país donde siempre brilla el sol, comedia familiar realizada por Àlex Colls, es la primera producción española en 3D estereoscópico. Vivir para siempre, de Gustavo Ron, es una coproducción entre España y Gran Bretaña, con reparto internacional, que narra los avatares de un niño de 11 años aquejado de leucemia.