"Puerto es una psicópata perfecta, una psicópata integral como ningún personaje de las novelas que he leído". Así de rendido reconoció ayer haber caído a la última novela de Juan Bolea, Orquídeas negras, el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, en la presentación del libro en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés. En el acto estuvo acompañado, además de por el propio escritor aragonés, por la editora de la obra (publicada por Espasa), María Gala.

El alcalde, que se confesó "amigo" de Bolea y calificó como "una tradición" presentar sus libros, quiso destacar que Orquídeas negras "es un libro diferente a todos los anteriores del aragonés por su lenguaje directo, por la importancia que adquieren los personajes secundarios y por el riesgo latente", indicó el alcalde. La novela, explicó su propio autor, se desarrolla en El Hierro (lugar que eligió tras un viaje familiar): "Tenía muy claro que la novela la protagonizaría una mujer rodeada de hombres cuyos destinos iba a perturbar". A partir de ahí, aclaró Bolea, el viaje a la isla canaria acabó por desarrollar la idea y el resultado final ha sido una "novela de acción pero muy de personajes. La novela negra no necesita un enigma al comienzo de la narración pero sí un conflicto y aquí lo hay psicológico".

Precisamente, su hija, Belén Bolea, que puso el momento emotivo del acto, recordó, a modo de anécdota, como mientras su madre y ella vomitaban en el viaje en barco a La Gomera por el fuerte oleaje, su padre no dejaba de escribir: "Decía que el huracán le venía genial a la novela", aseguró entre las risas del público.

LA GOMERA De hecho, La Gomera también tiene un papel fundamental en Orquídeas negras ya que fue el otro destino que barajó Juan Bolea para situar la acción: "Al final me dí cuenta de que El Hierro era mejor transfondo porque era más yermo y y más seco y eso venía mejor con la desnudez psíquica de los personajes. Allí empezó realmente esta novela".

Para la editora, María Gala, la novela de Juan Bolea tiene muchos referentes cinematográficos "de thriller". Al estilo, puso de ejemplo, de películas como El cartero siempre llama dos veces, Siempre mal y Stromboli, en la que interviene Ingrid Bergman. Precisamente, un fotograma de esta producción es el que se ha elegido para ilustrar la portada del libro: "Era el ideal porque el filme también tiene ese paisaje volcánico y yermo que también se ve en esta novela".

En esa misma línea, Juan Bolea, concluyó su intervención indicando que tampoco se había separado tanto de su manera de escribir: "Al fin y al cabo es una historia de acción, máscaras, sospechosos y con un enigma al hilo del conflicto psíquico de los personajes". La pregunta estaba en el ambiente. ¿Habrá segunda parte del libro? "A los lectores no nos puede dejar así", reclamó el alcalde.