ARTE Un cuadro de Murillo que representa al rey San Fernando, expuesto en la catedral de Sevilla, no ha sufrido daños pese a los dos golpes que le propinó un desequilibrado que aseguraba que se trataba de una obra propiedad de su familia. El agresor, un hombre de 66 años, afirmaba que el cuadro "era demasiado perfecto y que pertenecía a su padre", inmediatamente el cuadro fue revisado y no presentaba daños.