Mara celebra durante todo el día de hoy la X Vulcanalia bajo el lema Vive la historia. Su nombre fue tomado, ya en el 2002, del día de Vulcano, 23 de agosto, del año 153 a. C., en que el ejército romano formado por 30.000 hombres al mando del cónsul Nobilior sufrió una derrota ante la fuerza celtibérica formada por la coalición de las ciudades estado de Segeda y Numancia, al mando de Caro de Segeda, compuesta por 20.000 infantes y 5.000 jinetes. La jornada comenzará, a las 11 horas con una visita guiada al lagar de Segeda. A la misma hora, la plaza de Mara acogerá también un mercadillo en el que se juntarán artesanos, malabaristas, talleres y juegos. A las 13.30 horas, se celebrará el IX Concurso de Gastronomía de Tradición Celtibérica. Pero el plato fuerte del día tendrá lugar a las 18 horas, momento en el que se realizará una escenificación de la Batalla de la Vulcanalia y de los acontecimientos que la precedieron.

Además, no muy lejos de allí, se podrá disfrutar de una jornada de puertas abiertas en el yacimiento de Bílbilis, situado en Calatayud, con el fin de mostrar a los interesados los hallazgos realizados en la campaña de excavaciones de este verano. También se han organizado tres visitas guiadas gratuitas para visitar los yacimientos. Los trabajos de este verano en el yacimiento de Bílbilis han descubierto restos escultóricos procedentes del teatro y parte de una inscripción monumental del templo del teatro, que seguramente estaba dedicado a los nietos de Augusto, Cayo y Lucio que murieron con una edad temprana.

VILLA FORTUNATUS Por otro lado, Fraga inició ayer un programa de tres visitas guiadas para unas 150 personas al yacimiento romano de Villa Fortunatus, que tiene importantes mosaicos. Villa Fortunatus, uno de los mejores ejemplos de arquitectura rural romana de Aragón, que presenta una estructura abierta a un gran patio, un peristilo rectangular de 17 por 20,5 metros, conservándose los arranques de la columnata con podio, basamentos y fustes de columnas. Son muy importantes los mosaicos hallados en esta villa, sobre todo, los del siglo III-IV después de Cristo, entre los que destaca el que contiene en la orla el nombre del propietario de la villa, Fortunatus, en una inscripción musiva partida por un crismón, de evidente significado cristiano.