EDAD 32 AÑOS

PROFESIÓN DIRECTORA DE CINE

ACTUALIDAD EL SÁBADO GANÓ EN LA SEMINCI DE VALLADOLID EL PREMIO PILAR MIRÓ AL MEJOR NUEVO DIRECTOR

--¿Cómo está después de su gran noche?

--Sigo muy contenta, muy cansada porque han sido unos días de emociones muy fuertes, de muchas cosas y de vivir mucho, pero feliz.

--Ha ganado un premio que tiene, entre otros, Sofia Coppola, ¿cómo vivió el fallo?

--No me lo podía creer. He estado casi toda la semana en Valladolid viendo películas y maravillándome de cosas que se han hecho este año en el cine. Se han hecho cosas preciosas, y cuando de pronto eligieron la nuestra, no me lo podía creer. Fue una sorpresa absoluta, ninguno veníamos preparados para esto.

--¿Qué supone este reconocimiento para la película?

--Es un empujón de mucha fuerza para seguir con el trabajo, que todavía nos queda mucho que hacer, y mucha alegría porque llevamos una época en que este tipo de cine es poco menos que imposible sacarlo adelante porque es muy costoso. Las películas requieren de mucha resistencia física, económica, creativa y De tu ventana a la mía ha estado en muchas ocasiones a punto de no salir... Para todos los que estábamos ya tan desfondados por un camino muy largo, de muchos años, que al primer sitio al que haya ido sea la Seminci, ya era una alegría enorme, porque en este festival tratan de recoger y de dar visibilidad a un cine que cada vez es más difícil que tenga eco, pero que para mí es el que alumbra más luces y más discursos iluminadores.

--Y han triunfado con una película llegada desde Aragón...

--Imagínate qué orgullo para nosotros.

--¿Cómo ha sido posible que al final se hiciera una película aragonesa?

--La película nació cuando estaba con una beca de investigación en Nueva York. Una de las cosas que más te dicen, es que hables de lo que conoces y de los paisajes que te son propios. Las historias que más nos fascinan son las de lugares que no conoces. A mí me gusta ver una película iraní o china porque me hablan de un lugar que no conozco y me hablan las voces de allí. Creo que ese es uno de los valores del cine, el poderte abrir puertas a otros mundos y otros paisajes que no son los tuyos. Nosotros, en Aragón, tenemos un paisaje muy bello y muy duro, pero muy rico, que merecía contarse.

--¿Y en lo económico, cómo se ha conseguido?

--Desde el punto de vista pragmático, es difícil hacer cine en España, en Europa... en casi cualquier sitio. El cine exige una red laboral y económica muy complicada. Son muchas empresas, profesionales que exigen mucho tiempo y una coordinación de mucha gente que desde una productora es complicado. Pero, las tres personas que hemos empezado esto, Raúl García, Kike Mora y yo, siempre creímos que se podía sacar una película desde aquí, ¿por qué no?

--Todo el equipo de la película ha destacado que la ilusión que usted transmitía les había hecho dar el 120%, ¿ese es el secreto del éxito?

--Hemos tenido un equipo de una generosidad brutal y que se ha dejado no solo sus horas de trabajo, sino que además también emocionalmente y creativamente han puesto todo su saber hacer. Yo he aprendido que el trabajo del director consiste en saberles contar la película a cada uno y saber hacer imaginar en su cabeza hacia dónde va la película. La clave es intentar ilusionarles para que ellos imaginen mucho más allá de lo que lo haces tú, porque cada uno sabe más de su área. Es muy importante que el director de fotografía vea tus luces, tus colores, tus atmósferas, pero no quiera hacer lo que tú diriges, sino que le des suficientes alas para que vuele más lejos que tú. Es importante intentar estar con gente que siempre sea mejor que tú y que vuele más alto que tú. Cuanto más alas les des al equipo, más lejos volarán y eso enriquecerá a la película.

--Quizá, puestos a pedir, ¿le queda la espinita de que no le hayan dado algún reconocimiento a alguna de sus actrices?

--Cualquier reconocimiento que se haga a las actrices me parecerá merecido porque creo que las tres han hecho algo maravilloso. Luisa (Gavasa), si tiramos hacia la tierra, es una persona que se ha abandonado a la historia y a su personaje con una profundidad y una generosidad que yo no le podré agradecer nunca suficientemente, igual que han hecho Maribel (Verdú) y Leticia (Dolera).