ACABA DE PUBLICAR 'EL FIN DE LA RAZA BLANCA

Eugenia Rico: "No creo en la literatura 'light' de usar y tirar, te tiene que hacer reaccionar"

Eugenia Rico: "No creo en la literatura 'light' de usar y tirar, te tiene que hacer reaccionar"

Eugenia Rico: "No creo en la literatura 'light' de usar y tirar, te tiene que hacer reaccionar"

GARZA AGUERRI

Eugenia Rico es una de las más destacadas voces jóvenes del panorama literario español. Y también de las más laureadas: Premio Azorín 2002 (La muerte blanca); finalista del Primavera de Novela 2004 (La edad secreta); Premio Ateneo de Sevilla (El otoño alemán), entre otros. Ahora, después de cinco de novelas, publica su primer libro de relatos, El fin de la raza blanca (Páginas de Espuma), una colección de historias nada amables, duras y crueles, con las que, sin embargo, la autora asegura que pretende "reivindicar la bondad como una forma de inteligencia".

--¿Por qué después de cinco novelas y un ensayo aborda ahora el relato y qué le atrae de este género?

--En realidad publicar estos relatos es un regalo que me hago a mí misma, tenía una serie de cuentos escritos que creía que eran buenos y quería publicarlos. Por otro lado, escribir un relato es un reto. Creo mucho en los cuentos, porque un cuento es una idea y una novela una asociación de ideas. El cuento es una iluminación del mundo, mientras la novela es más una explicación. Diríamos que en mis cuentos se iluminan mis novelas.

--Los relatos de su libro son muy duros. Hay maldad, tragedias, pederastas, asesinos, mucha violencia en definitiva ¿Por qué?

--La vida en su conjunto es dura, pero en los detalles, tanto en la obra como en la vida, hay dulzura. En realidad es una reivindicación de la bondad. Cuando era pequeña, mis padres me inculcaron que había que ser bueno; algo que conllevaba una serie de valores que luego parecían no serlos tanto, pues llegó la época de los yuppies y la maldad se transformó en una forma de inteligencia. Esa falta de moral de algunos llevó a una serie de crímenes financieros que han causado la ruina mundial. Por eso lo que intento con este libro de relatos es reivindicar la bondad como un tipo de inteligencia y la maldad como una forma de locura.

--Pero podía haberlo hecho de una forma más sutil. Sus personajes son asesinos, maltratadores, hombres que comenten incesto...

--Sí, pero en el fondo son unos desgraciados. Es gente que está perdida. Acentúo el lado oscuro con mucha violencia para reivindicar lo contrario. Y aparecen niños porque la infancia es la única situación marginal a la que todos hemos pertenecido.

--Divide la colección de cuentos en tres partes: Cielo, purgatorio e infierno. Como Dante, en La divina comedia, pero al revés.

--Una relación amorosa empieza en el cielo, pasa por el purgatorio y acaba en el infierno. Los personajes de mis cuentos se buscan en el cielo, se encuentran en el purgatorio y en el infierno se quitan las máscaras. Es aquí donde aparecen más los asuntos de maltrato, el alcoholismo, el incesto, los personajes perdidos que quizá no son tan malos.

--Como el protagonista de La gata negra, que no puede evitar las lágrimas mientras mata al gato y a su mujer...

--Sí, es una persona destruida por el demonio del alcohol, que mata a los seres que le quieren porque en el fondo se odia a sí mismo y no puede entender por qué los otros le quieren.

--Volvamos al inicio. Son personajes y situaciones muy duras, que hacen reflexionar sobre el sentido de la vida y, desde luego, no dejan a nadie indiferente.

--Utilizo la dureza para despertar a la gente. No creo en la literatura light de usar y tirar, la literatura te tiene que hacer sentir vivo, hacerte reaccionar. No estoy loca si digo que he escrito este libro para salvar al mundo, pues se salvará por las emociones, por lo que llamo el rescate emocional. Y eso es lo que trato con mis cuentos.

--Ha dicho antes que un cuento es una idea ¿Una idea puede salvar al mundo?

--Bueno, siempre hay esperanza de que así sea. Si una idea puede destruirlo, ¿por que otra no lo puede salvar? Si un cuento es una idea, quizá un cuento también pueda salvarlo.

--El título El fin de la raza blanca, que lo es de un cuento y de todo el conjunto, tampoco parece hablar de salvación.

--Bueno, no me refiero a la raza blanca en sí, sino a ese estado de bienestar en muchas ocasiones artificial o sobredimensionado que hemos vivido, que sí apunta a acabarse.

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