NOVEDAD EDITORIAL DE UNA AUTORA ARAGONESA

"Las casas de muñecas siempre me han intrigado"

Patricia Esteban presentó su última obra con la ilustradora Sara Morante

MARÍA VALDOVÍN

Patricia Esteban Erlés, escritora, y Sara Morante, ilustradora, han construido una casa de muñecas a base de microrrelatos macabros a la vez que fascinantes, e ilustraciones delicadas a la vez que intrigantes. Una casa maldita y apasionante, enlutada y magenta, llena de historias trágicas y románticas. Las dos presentaron la obra ayer en el Pequeño teatro de los libros, con ataúd y vestimenta de muñecas incluidos. La ocasión lo merecía.

Casa de Muñecas, como declara la autora, nace como un reto personal de escribir un microrrelato al día que publicaba en Facebook, de modo que una rutina diaria fue perfilando todo un libro. Fue precisamente mediante la red social donde esas letras encontraron a su media naranja, los dibujos de Sara Morante. Así surgió el proyecto conjunto. "Cada una nos enamoramos del trabajo de la otra", cuenta Esteban. Morante declara al hablar de los microrrelatos de la autora que "escribe mis dibujos. Sus escritos son mis ilustraciones con palabras". Y es que Casa de Muñecas se trata de dos libros en uno como afirma la escritora, "con una lectura de los textos y otra complementaria a través de las ilustraciones".

Leer Casa de muñecas es realmente una visita en la que las estancias se amueblan con cien microrrelatos, "pero también con cien miedos, cien obsesiones y cien traumas". Los textos se reparten en las diferentes salas como el cuarto de los juguetes, el dormitorio infantil, la cocina, la biblioteca o la cripta o el desván de los monstruos. "En cada una de ellas suceden historias que podrían pasar en el mundo real, historias condicionadas por el ambiente". La casa de muñecas, es un lugar misterioso en el que la autora explora la idea de "juguete con el que no juega nadie, una vivienda museo, paralizada, un espacio inanimado y claustrofóbico. Además, las pequeñas habitantes aumentan la intriga, son frías a la vez que cautivadoras y representan la eternidad.

De hecho Patricia Esteban es muy casera a la hora de desarrollar sus creaciones y buena parte de su trabajo se desarrolla en interiores que adquieren un papel importante en las tramas. De ahí que en Casa de Muñecas, la pequeña mansión sea el personaje protagonista. "He escrito la obra para meterme en ella. Las casas me intrigan desde siempre y creo que curiosearlas es el interrogatorio más silencioso y contundente que le puedes hacer a alguien. Una morada es una proyección del ser que vive dentro, con su gato y el fantasma".

UNA MANSIÓN EVOCADORA Como comenta Esteban, la fuente de inspiración de Casa de Muñecas fue la fotografía de moda, "su arte, sus escenografías y su historia contenida", explica. Para ella ver un diseño de Alexander McQueen e inventarse una historia es algo natural. La artífice de las ilustraciones sin embargo prefirió dejar volar su imaginación e inspirarse en los propios textos. Sara ha tintado en magenta y negro todas las historias de Esteban con sus ilustraciones. Los colores representan para autora e ilustradora la feminidad, pero también lo rabioso. "El color es ochentero y punk porque el libro lo es, pero también victoriano y gótico", aclara Sara Morante.

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