Un contradictorio maestro de la Generación del 98
¿Qué diría Unamuno?
Una biografía que publica Jon Juaristi permite contemplar al autor en relación con los nacionalismos

¿Qué diría Unamuno?
ELENA HEVIA
Polémico y paradójico. Desmesurado intelectual --sin duda, el primero de la modernidad española-- y, quizá por ello, figura distante para el imaginario popular. Porque Miguel de Unamuno, seco y adusto, tanto en su vida como en sus escritos, no es, dicho rápido y pronto, una figura simpática.
Cuando se han conmemorado a finales del 2011 los 75 años de su muerte, y a la espera de los 150 de su nacimiento, que se cumplirán en el 2014, el también bilbaíno Jon Juaristi acaba de publicar Miguel de Unamuno (Taurus), una biografía fuertemente inscrita en el contexto histórico, algo fundamental para comprenderlo en profundidad porque él siempre vinculó su destino al de su país. "Él solo cubre todo el ciclo de la primera España democrática hasta la guerra civil, con todas sus contradicciones y su conflictiva relación con su propio universo histórico. Fue un liberal, eso es lo que mejor le define, radical en muchos de sus planteamientos, cercano al republicanismo, incluso fue socialista en muchos momentos a fuer de liberal. Pero es verdad que suscitaba la polémica allí donde iba", explica Juaristi, tan mudable en su trayectoria política como lo fue Unamuno, que pasó por un vasquismo romántico en su primera juventud, coqueteó con el nacionalismo catalán y saludó el golpe de Estado de Franco, hasta que desengañado acuñó frente a Millán-Astray en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca, de la que era rector, su famoso lema "Venceréis pero no convenceréis", que lo reconcilió ya para la historia con el antifranquismo y recuperó su figura.

¿Qué diría Unamuno?
NUNCA EL CAMINO FÁCIL Unamuno, en lo político, jamás tomó el camino fácil. "El suscribía opciones políticas determinadas pero nunca quiso ser encasillado. Fue militante del partido socialista y más tarde, estuvo con las izquierdas en el 31, pero ya sin dejarse reducir", explica el biógrafo.
El libro explora también, entre otras cosas, las complejas relaciones de Unamuno, el gran escritor vasco en castellano, con el nacionalismo vasco y, aunque en su madurez abandonó todo lo que pudiera vincularle a ese pensamiento, la biografía revela alguna curiosidad, como que el autor daba en su juventud un claro perfil de protonacionalista. En una carta al mexicano Alfonso Reyes, el propio autor se jactaba de que Sabino Arana, le debía a él todo su pensamiento. Juaristi concede que hay algo de razón en ello: "Es cierto que Unamuno fue uno de los primeros en dar una definición claramente nacionalista y moderna de la identidad vasca". Así que es fácil imaginar lo que su pensamiento podría iluminar hoy en día a la España en tensión frente a las ideologías soberanistas y viceversa. "Su actitud está claramente lastrada por su fuerte prejuicio unitarista". Para Juaristi, lo más actual de Unamuno es su voluntad de autonomía del individuo, "su liberalismo libertario".
¿Cuál es su vigencia hoy en día? Juaristi piensa, con Félix de Azúa, que Unamuno no ha causado baja del canon. "Es un buen escritor, un poco seco y regruñido pero su prosa es de una eficacia enorme".
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