El presidente de Alvada reconoce que no son buenos tiempos. Por eso, agradeció la colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza, a través de Zaragoza Cultural. Desde la DGA se ha "recortado en todos los ámbitos" y eso esperaban para la celebración de la Feria, un "recorte proporcional"; sin embargo, "no ha habido ninguna ayuda". El año pasado aportaron 2.500 euros. A cada librero le cuesta la caseta unos 1.200 euros, y los que vienen de fuera hay que sumar el alojamiento y la manutención, presupuesto que repercute en la ciudad.