A pesar de la crisis, el sector agroalimentario aragonés sigue manteniéndose vivo y en forma, como demuestran las numerosas presentaciones de nuevos productos que se han celebrado en este primer trimestre del año. Entre ellas, y no debe ser casualidad, de los tres elementos que simbolizan la trilogía de la alimentación mediterránea, el aceite, el pan y el vino.

La cooperativa de Magallón ha sido una de las principales impulsoras, además de la más voluminosa, de la reciente DOP Aceite Sierra de Moncayo, que ya va por su segunda cosecha. Así, ha presentado su nueva línea de aceite de calidad, bajo la marca Pago La Corona, que alude a una de las zonas más elevadas del municipio donde se concentran los olivos más antiguos de la comarca, milenarios algunos. Fueron necesarios ocho o nueve kilos de olivas --el doble de lo habitual-- siempre de la variedad tradicional, empeltre, para lograr un litro de este preciado aceite. Un lujo que ya se puede encontrar en los mejores comercios.

Por su parte, Panishop ha creado una nueva línea de panes, dominada Slow Baking, elaborados a partir de masa madre, con mucho mayor tiempo de reposo y elaboración. Con ello se consigue, según sus responsables, aromas más desarrollados y también un mayor sabor del pan, además de jugosidad en la miga.

Ha creado diez especialidades, que se comercializan en los locales de esta cadena aragonesa. Pan de espelta 100 %; tahona multicereales; hogazas Slow Baking; pan Celta de cinco cereales y 5 semillas y granos; pan de bagazo con mosto de malta y el bagazo de cebada; pan tradición, con tres fermentaciones naturales; pan de cinta, elaborado a mano; cañada, el pan de forma ovalada con aceite de oliva virgen extra; pan de pipas de calabaza; y chapata de pasas

NUEVOS VINOS DE GARNACHA Lagar de Amprius, que patrocina la participación del sumiller turolense Raúl Igual en el campeonato mundial --descabalgado justo antes de las semifinales--, que se celebra ahora mismo en Japón, presentó sus vinos a principios de febrero, una excepcional garnacha elaborada por Jorge Navascués, dentro de Vinos de la Tierra Bajo Aragón, por menos de diez euros.

Poco después fue el turno de la gama Albada, elaborada por el enólogo Manuel Castro para bodegas Virgen de la Sierra, en la DOP Calatayud. Un blanco macabeo y una de las mejores garnachas de la zona, "opulenta" según su responsable, por debajo de los seis euros.

Por su parte, San Valero, en la DOP Cariñena, continúa con su marca Sierra del Viento, del que ha lanzado el Old Wine 2010, con viñas de más de treinta años, y un precio de 5 euros. Y como vino de referencia, el Gran Selección 2010, mucho más complejo, pero también de precio más elevado, unos 25 euros.