Una radiografía política y social de las islas Filipinas, con las desigualdades sociales, violencia y corrupción como trasfondo, sintetiza Manila, el filme que representará a Reino Unido en los Oscar de Hollywood y que fue proyectado ayer en la Semana Internacional de Cine de Valladolid. Ellis, nominado al Oscar en 2006 por el cortometraje Cashback, rodó Manila en el idioma tagalo, la lengua nativa de Filipinas, cuya primera gramática es un manual fechado a finales del siglo XVII redactado por un fraile franciscano nacido en la provincia de Toledo, Fray Sebastián de Totanés.

EMPEÑO PERSONAL "Fue una dificultad añadida" para el rodaje y producción de este largometraje, ya que hubo que traducir del tagalo al inglés el guión, un empeño personal de Ellis que cobró forma después de presenciar en las calles de Manila, durante unas vacaciones en el año 2007, una pelea con armas entre los dos conductores de un furgón blindado, comentó el realizador en su comparecencia a los medios. A partir de ahí, escribió una historia en la que el protagonista y su familia buscan sobrevivir día a día en la ciudad, con obstáculos como la corrupción.

"Hay corrupción en Manila igual que en otros países emergentes", aseguró Ellis antes de constatar también la existencia en las islas Filipinas de una "barrera muy marcada entre ricos y pobres", que también afecta a la industria cinematográfica del país asiático, prácticamente circunscrita a un reducido número de canales "muy potentes" que copan la producción. Sin embargo, añadió, el cine independiente "ha desarrollado un sistema interesante y muy inteligente" para que jóvenes directores, que utilizan mucho la tecnología digital, puedan elaborar sus películas con un presupuesto reducido.