La gran competencia y una crisis económica severa han servido para poner fin a los primeros multicines que abrieron en la ciudad en un centro comercial. Tras 17 años de historia, Cinesa Augusta cerró ayer definitivamente sus puertas.

"Es una pena que cierren, yo solía venir a menudo hace tiempo", comenta Javier, uno de los pocos que se acercaron en la tarde de ayer a estos cines en su último día de existencia. "Le ha hecho mucho daño Puerto Venecia", destaca. Una opinión muy extendida entre las no más de siete personas que compraron una entrada ayer en las dos primeras sesiones. El Centro Comercial Augusta fue el primero que se inauguró en la ciudad, en 1995. Un año más tarde se abrieron los cines con Jumanji, que resultó un éxito. Fue su época de mayor esplendor, que apenas dos años después se vería eclipsada con la apertura de Grancasa.

La hasta ayer gerente de Cinesa Augusta, Gema Valero, lo tiene claro: "Este centro comercial se ha ido quedando desfasado". No es la única empresa que deja un local vacío. En los últimos años varios establecimientos han abandonado el centro. Bocatta, PC City, Kiabi e, incluso, Zara son ejemplos de la espantada.

En un intento de impulso, en enero de 2008, meses antes de la celebración de la Expo, estos cines llevaron a cabo una profunda reforma, tras la cual "sí que notamos que la gente venía más", afirma Valero. Una rehabilitación que redujo el número de salas hasta dejarlas en nueve con la intención de ampliar el espacio en cada una de ellas. "Perdimos butacas, pero ganamos en comodidad para el cliente", destaca la gerente. Pese a un aumento de ventas coyuntural, de poco sirvió la inversión.

SIN DESPIDOS

Los 12 trabajadores que todavía prestaban servicio en estos cines serán reubicados, prácticamente en la misma proporción, entre Grancasa y Puerto Venecia, gestionados también por Cinesa. "Tenemos las mismas condiciones y se respeta el convenio", desvela Gema Valero.

Casi nadie entra al cine. Son algunos más los curiosos que con su móvil inmortalizan la última cartelera con una fotografía. Es el caso de Rafael, quien se muestra convencido de que "hay demasiados cines".

Las taquillas de los Augusta se encontraban fuera del recinto, justo enfrente de la entrada. Sin embargo, en estos últimos días la venta de entradas se ha concentrado en el puesto de palomitas y refrescos. Todo se hace desde allí por cuestiones de eficiencia, lo que demuestra que ya se estaban haciendo las maletas.

Ni una inversión para reformas, ni 17 años de trayectoria han impedido la inclemencia de la crisis.