VIDAS CRUZADAS DE PERSONAJES HISTÓRICOS

La decrepitud del relato

El escritor mexicano Álvaro Enrigue ganó el Herralde con 'Muerte súbita'

RICARDO BAIXERAS

MUERTE SÚBITA

AUTOR Álvaro Enrigue

Anagrama 264 p. 17,90 u

"La descripción de una obra de arte, como la de un sueño, detiene y vuelve decrépito un relato. Una obra de arte sería contable si modificara la raya que va dibujando la Historia, y si una obra de arte, como un sueño, vale la pena ser recordada, es precisamente porque representa un sitio ciego para la historia. El arte y los sueños no nos acompañan porque tengan la capacidad de mover cosas, sino porque detienen el mundo: funcionan como un paréntesis, un dique, la salud". Este extraordinario fragmento de la novela ganadora del Premio Herralde 2013 pertenece a Álvaro Enrigue (México, 1969) y da buena cuenta de lo que su obra pretende. Muerte súbita es seguramente un texto literario que detiene el tiempo, lo secciona por donde mejor le parece al autor. Es posible que sea también un divertimento histórico sobre hechos contados muy libremente y un ensayo ficción sobre en qué cosa se puede convertir algo tan moldeable como es la novela: "No es exactamente un partido de tenis. Tampoco es un libro sobre la lenta y misteriosa integración de América o lo que llamamos con desorientación el mundo occidental". Si seguimos la estela que el autor nos propone, esta novela no es solo un libro que cuenta un partido de tenis entre Caravaggio y Quevedo, ni las historias cruzadas entre Hernán Cortés, Cuauhtémoc, Galileo, Pío IV, el duque de Osuna o Ana Bolena, ni una lectura ejemplar de la Utopía de Tomás Moro. Muerte súbita cuenta las vidas cruzadas de estos y otros personajes de la Historia situándolos en su tiempo, pero leyéndolos desde el nuestro. La decrepitud del relato provoca el sometimiento de lo que se cuenta en aras de un lenguaje y un género más maleable capaz de decirnos, como quería Cabrera Infante, que literatura es todo aquello que se lea como tal.

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