TÍTULO Noh y Kabuki. Escenas del Japón

LUGAR Paraninfo Universidad de Zaragoza

FECHA Hasta el 10 de enero, 2015

De entre la amplia variedad de manifestaciones escénicas japonesas, sobresalen tres tipos de teatro: el Noh, el Bunraku y el Kabuki, cuyo estudio, dicen los expertos, está favorecido por la limitación geográfica, la evolución en el tiempo hasta la actualidad y la amplia documentación escrita y gráfica que da testimonio no solo de sus códigos de representación sino también de la estrecha vinculación con el tipo de sociedad en la que surgieron.

El Noh se consolidó en torno a 1380, en el periodo de Muromachi (1333-1573), momento de apogeo de los señores de la guerra que propiciaron, por influencia de la doctrina zen, el patrocinio de las artes como la jardinería, la pintura a la tinta, la poesía, la caligrafía, la ceremonia del té o el espectáculo Noh que Kan'ami y su hijo Zeami contribuyeron a fijar en sus tratados teóricos y prácticos, en cuyo contenido, observan los estudiosos del tema, es notoria la incorporación de elementos de la tradición sintoísta y budista, autóctonos o procedentes de Asia continental. Fue con los Tokugawa, en el periodo Edo (1602-1868), cuando el Noh se reglamentó de modo tan estricto que impidió su natural evolución hasta la revolución Meiji de 1868. Tras un periodo de crisis, agravado por el éxito popular del Bunraku y del Kabuki, el Noh retomó en el siglo XX los tratados de Zeami para avanzar.

El auge mercantil durante el periodo Edo tuvo entre otras consecuencias el nacimiento a comienzos del siglo XVII del Bunraku, teatro de grandes muñecos manejados por artistas a la vista del público, y del Kabuki, representaciones de obras que sintonizaban con el gusto popular; ajenos ambos al carácter ritual, solemne y ceremonioso del Noh, el único que seguía teniendo protección oficial. Las últimas investigaciones señalan que, frente a la idea de un público exclusivamente aristocrático, la recepción del Noh durante los Tokugawa tuvo éxito popular, sobre todo en las sesiones destinadas a conseguir fondos para financiar templos y obras públicas.

La exposición Escenas del Japón. Noh y Kabuki brinda la posibilidad de conocer a través de pinturas y estampas las peculiaridades y diferencias de ambas modalidades de teatro. En el espacio dedicado al Noh destacan, junto a los escenarios y retratos de los actores, las estampas de Kogyo, pertenecientes a sus grandes series, datadas entre 1897 y 1927. Expresar la plenitud del vacío al que se refirió Octavio Paz, así como ese estado paradójico en el que el pleno ser se da en el no ser, propio del Noh, fue asimismo el objetivo a alcanzar en sus representaciones plásticas. El refinamiento ritual del Noh es dinamismo vital en las populares estampas y pinturas del Kabuki, libres de toda regla, vibrantes de colorido y movimiento, como corresponde a un mundo que se sabe efímero.