La humanidad está en un momento "crítico", pero no quizá en el que todos podamos pensar. Para el arqueólogo y paleontólogo Eudald Carbonell "nunca en la historia de la evolución habíamos monitorizado el planeta de una manera tan completa. Tenemos una información contingente de lo que ocurre en nuestro entorno, de cómo nuestro ADN nos ha formado, de cómo son nuestras culturas, una capacidad de predecir e ir al espacio, conocemos las leyes de la física, de la química y las leyes del clima. Es decir, tenemos todos los mecanismos por primera vez en la historia de la evolución del planeta para transformarlo y para ser capaces de adaptarnos a él". Así de claro se mostró ayer el prehistoriador durante una nueva sesión del ciclo Charlas con valor, dirigido y presentado por Mari Cruz Soriano, y que se celebró en el hotel Reino de Aragón.

Carbonell tiene claro que el ser humano no deja de evolucionar y que es este proceso el que le ha dado "capacidad y conocimiento", aseguró el arqueólogo, que prosiguió con su argumentación: "Nos da tiempo para investigar, para jugar con nuestro medio y enriquecernos de forma cultural y eso nos permite después pensar sobre nosotros y cuando pensamos sobre nosotros no lo hacemos solo sobre los humanos sino en cómo se ha producido la vida en el planeta y de cómo se han desarrollado las sociedades y las animales pero también cómo funciona el universo, es un ir de dentro para fuera".

¿ESPECIE DEFINITIVA? Y en todo este proceso, Eudald Carbonell señaló que es un problema pensar en el Homo sapiens como la especie definitiva: "Es un problema de finalismo. Pienso que esta especie es una parte más de este arbusto que se ha desarrollado y formado por muchísimas especies durante mucho tiempo. Somos una más, no somos una especial, sí somos singulares porque nos hemos desarrollado hasta un grado que nunca ninguna especie en el planeta había conseguido, que es tener conciencia".

Eudald Carbonell apuntó que el cerebro del ser humano ha evolucionado por selección "biológica y cultural", pero recalcó que, a día de hoy, sigue siendo un "cerebro de primate y eso hay que tenerlo claro, así que hay cosas positivas en nuestra evolución y cosas que no lo son tanto, pero esto no es ni bueno, ni malo. Es la evolución".

HUMANIZACIÓN Sin embargo, hay un aspecto en el que no hemos evolucionado lo suficiente a juicio de Eudald Carbonell: "Queda mucho que avanzar en la humanización. Deberíamos ser más humanos. El ser humano debe tener conciencia operativa y trabajar para la solidaridad de especie, para que la especie tenga una nueva conciencia y se dedique a reciclar energía de su medios o a producir y distribuir entre todos". ¿Quiere decir que el ser humano es egoísta actualmente? "Ser egoísta es importante, fíjese, es lo que produce normalmente el estado de reproducción sexual y, desde el punto de vista de ser orgulloso, de conocernos y de separarnos de nuestro entorno para entenderlo, es bueno serlo. Lo que es malo es un orgullo mal explicado y mal entendido", aseguró con rotundidad.

Y, ¿cómo ve un hombre que investiga el pasado todo lo que está pasando en la actualidad con los nacionalismos y concretamente en su tierra? "Las fronteras no son importantes sino los pueblos. Yo soy catalanista porque mi pueblo es Cataluña pero el espacio no es importante, sino lo que piensa la gente que vive en un territorio, da igual que sea Cataluña, sea España o que sea el mundo. Somos de una especie y de una cultura y tenemos una lengua pero podemos aprender muchas. Es lo que hay. Las fronteras no sirven para nada", concluyó con contundencia.