Todo comenzó con un fanzine que empezó a hacer con dos amigos. "Nos gusta mucho la literatura fantástica de principios de los años 20 y, sobre todo, las historias de Lovecraft así que empezamos haciendo un fanzine que las recreara pero con personajes de los dibujos animados o trasladábamos sus historias a Zaragoza", arranca Daniel García-Nieto. De aquel fanzine, que llamaron Necrocomicón publicaron dos números. De ese germen nació el álbum El Necrocomicón (editorial Cornoque) que García-

Nieto acaba de publicar. En él, el aragonés adapta siete historias de terror: La llamada de Cthulhu, de H. P. Lovecraft; El corsario negro, de Emilio Salgari; El caso Valdemar y Un descenso al Maelström, de Edgar Alan Poe; El campamento del perro, de Algernoon Blackwood; El valle de lo perdido, de Robert E. Howard y El imperio del crimen, de Apolonia. "Es mi obra personal --explica el dibujante-- porque lo que hecho aquí es plasmar mis lecturas, si bien anteriormente ya había hecho el proyecto del fanzine sobre este mundo".

El Necrocomicón contiene también unas gotas de humor presentadas a modo de juego visual: "Lo que yo pretendía es demostrar que con personajes de los dibujos animados o con una tipología que no tiene nada que ver con el terror se puede crear inquietud. Al final, el lenguaje del cómic, el encuadre y la sorpresa final puede crear esa sensación y, para ello, me gustó la idea de utilizar el lenguaje de un pseudocómico siempre bañado con el lenguaje del terror". Y es que, en este cómic es habitual ver como los protagonistas de la historia son, por ejemplo, los personajes de Hanna-Barbera.

Con la intención también de adaptarse al género del terror, El Necrocomicón es una obra en blanco y negro: "Este álbum. como ya he dicho, es una coctelera de mis lecturas literarias de adultos y las de cómic de cuando era chaval, y era todo en blanco y negro por una cuestión de abaratar precios pero de esa estrategia exclusivamente comercial salieron unos autores extraordinarios como los de La tumba de Drácula, por ejemplo. Eran tan buenos que no se pueden ver de otra manera ni siquiera ahora mismo, el género lo pide", asevera el zaragozano.

La portada del cómic también guarda una pequeña sorpresa y es que está protagonizada por Goya: "Quería hacer un guiño al gran maestro de lo fantástico. Yo me imaginé a Goya rodeado de sus creaciones, de sus enanitos y diablos y, a ellos, les sumé otro personaje del universo de Lovecraft que podría ser Dagon o Cthulu en una mazmorra de su casa", explica García-Nieto.

Ahora, una vez publicado el tebeo después de año y medio de intenso trabajo, llega el momento de confrontarlo con el público y de venderlo en los diferentes salones como el de Zaragoza o la Feria del libro aragonés de Monzón: "A mí es lo que más me gusta. El mejor momento de mi vida como comiquero es estar en los salones en contacto con el público, es lo que más satisfacción produce", asegura García-Nieto que ya tiene en mente su nuevo proyecto, un fanzine que estará centrado en África y que todavía está en proceso de investigación. Mientras tanto, aún sigue disfrutando de los éxitos de su último fanzine, la adaptación de El segundo sexo con el que está nominado en los Premios del cómic aragonés: "Cuando haces un fanzine nunca piensas en esas cosas, porque son cosas de rápido preparado y rápida digestión, es como una tapa, así que esta nominación me produce mucha satisfacción".