La Cátedra de Arquitectura de la Institución Fernando el Católico acordó, por unanimidad, dejar desierto el XXXV Trofeo Ricardo Magdalena ante la escasez de propuestas presentadas, tan solo nueve, "y la dificultad de establecer comparaciones entre ellos, por su variedad, y porque ninguno de los edificios se inserta por completo en la trayectoria del premio". Ante esa situación, sí se optó por entregar tres menciones y también distinguir con el Diploma al Mérito en la Arquitectura, a la larga y fructífera trayectoria de Heliodoro Dols Morell, arquitecto, entre otras muchas obras, del Museo del Foro de Zaragoza y el santuario de Torreciudad.

"La verdad es que se han presentado muy pocos proyectos y muy distintos, pues hay desde arquitectura pública a casas unifamiliares, con presupuestos y medios muy distintos, lo que hacía muy difícil destacar a uno de ellos", explicaba ayer José Laborda Yneba, director de la Cátedra de Arquitectura de la IFC.

Laborda achaca esta falta de candidaturas "a la situación en la que vivimos, pues no hay obras que se terminen, ni que se empiecen, de hecho ninguno de los edificios presentados eran definitivos, sino aproximaciones; espero que cuando salgamos de esta situación la actividad arquitectónica volverá a ser lo que fue".

Eso sí, el trofeo Ricardo Magdalena pretende "estimular" la arquitectura, de ahí que a pesar de quedar desierto en su gran premio se hayan entregado tres menciones, que han recaído en una vivienda de la Urbanización Montecanal, de los arquitectos Ignacio González Olalla, Enrique Diego Barrado y Antonio Cintora Clavería; en el Centro de Investigación Biomédica de Aragón, de Javier Fresneda y Javier Sanjuán, edificio que este año ganó el premio García Mercadal del Colegio de Arquitectos; y el acondicionamiento de un local para escuela infantil, de Olga Escuín, situado en la calle Mi Tío, de Zaragoza.

Donde también hubo unanimidad fue a la hora de reconocer una trayectoria profesional, distinción que recayó en Heliodoro Dols Morell, "destacado representante del organicismo español y autor de señalados edificios dentro y fuera de Aragón", según consta en el acta. Heliodoro Dols nació en Valencia en 1933 y desde mitad de los años 70 reside en Zaragoza. Como él mismo asegura, su proyecto "más célebre" es el Santuario de Torreciudad, si bien, aclara que "como un padre que no puede decantarse por uno de sus hijos, siento el mismo cariño por todas mis obras y tengo igual de cariño a Torreciudad que ha la plaza de San Bruno".

Y es que la lista de trabajos de este arquitecto, que sigue yendo a su estudio todos los días "porque siempre hay cosas que hacer, me lo paso bien y no sabría quedarme en casa", va desde el Museo del Foro Romano de Zaragoza, que diseñó junto al arquitecto Fernando Torra; a la fábrica de embutidos El Acueducto, en Segovia; el Colegio Mayor Peñafiel de Valladolid; la sede de Eléctricas Reunidas de Zaragoza en Jaca; la restauración de la fachada de la iglesia de Santa Engracia de Zaragoza o la restauración de la plaza monumental de Pedraza (Segovia), que realizó junto con el escultor Antonio López y le valió el Premio Nacional de Arquitectura en 1965.