Los directores Eric Toledano y Olivier Nakache, que ya tocaron el cielo con Intocable (más de 51 millones de espectadores en todo el mundo), vuelven a las carteleras españolas con Samba, un papel hecho a la medida de su actor fetiche, Omar Sy, que en esta ocasión "no baila, pero se enamora".

"La presión siempre la tienes cuando haces una película", comenta el francés Eric Toledano, y añade en español: "La presión es nuestra amiga". Por lo menos --añade Nakache--, no tiene que ser un enemigo". "La solución que hemos encontrado es aprovechar todo lo que hemos aprendido de Intocable y luego olvidarlo, hacer como si no hubiera ocurrido, quitando los aspectos negativos", retoma Toledano, y de nuevo, Nakache le completa la frase: "Lo positivo es que somos libres".

Entre esos "caprichos", ambos realizadores --que trabajan juntos como un reloj, según explica la protagonista femenina de la cinta, Charlotte Gainsbourg", de cómo se complementan laboralmente-- citan "volver a trabajar con Omar (Sy). Aquí es más tímido, más emotivo, no sabe bailar. Jugamos con su personaje y tratamos de ir a donde no nos esperan", explica Toledano.

El tema de la película no es la inmigración, sino la relación con el trabajo. Así, explica Nakache, "él es un inmigrante clandestino que se ve obligado a encadenar empleos para intentar lograr su objetivo; pero no tiene reconocimientos, no tiene derechos y está en lo más bajo de la sociedad, mientras en lo más alto hay una directiva que sí tiene ese reconocimiento pero no lo encaja y se le va la pinza. El objetivo era mezclar los géneros en todos los frentes: la comedia, el romance, el drama, y crear sorpresa con la risa como anclaje de realidades difíciles", añade.